No necesitas refrigerarla: la insulina puede almacenarse a temperatura ambiente sin perder efectividad
La insulina utilizada por personas diabéticas podría mantener su efectividad aún sin necesidad de constante refrigeración, según un nuevo estudio.
La insulina es una hormona vital que ayuda al cuerpo a regular el nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, muchas personas con diabetes que necesitan inyectarse insulina a diario se enfrentan al problema de cómo almacenarla de forma segura y eficaz. Por esta razón, un grupo de científicos se preguntó si es completamente necesario mantenerla siempre en refrigeración y si perdería o no su efectividad ante la exposición del calor o el frío.
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Estas preguntas fueron contestadas a través de una nueva investigación publicada por la Colaboración Cochrane, una red internacional de científicos que revisa la evidencia sobre temas de salud. El estudio analizó los efectos de las diferentes temperaturas sobre la insulina, y descubrió que los envases sin abrir de ciertos tipos de insulina humana pueden almacenarse a temperatura ambiente durante un máximo de seis meses, sin perder una cantidad significativa de efectividad.
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Esto supone una buena noticia para las personas que viven en lugares donde el acceso a la electricidad o a la refrigeración es limitado o inestable, o para las que viajan con frecuencia y no pueden garantizar unas condiciones óptimas para conservar su insulina. También puede ser útil para evitar el desperdicio de insulina que se tira por precaución cuando se sospecha que ha estado expuesta a temperaturas inadecuadas.
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El director de la investigación , el Dr. Bernd Richter, del Instituto de Medicina General de la Facultad de Medicina de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf (Alemania), declaró que este hallazgo orienta sobre el almacenamiento de la insulina y podría ser de gran ayuda para las personas diabéticas sin acceso a la refrigeración.
Sin embargo, Richter también advirtió que el término “temperatura ambiente” puede ser confuso y variar según las regiones y las estaciones del año. Aclaró que la normativa oficial se centra “en las condiciones de vida al estilo occidental”, donde la temperatura ambiente suele estar entre 15 y 25 °C, o 59 y 77 °F. En zonas más cálidas o más frías, la insulina puede verse afectada por el clima y perder su potencia.
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Richter también aseguró que hay refrigeradores domésticos que enfrían más de lo debido y pueden dañar la insulina si se congela. Recomendó alejar la insulina de la luz directa y evitar que se caliente o se enfríe demasiado. Según el experto, en “circunstancias normales” lo mejor es conservar la insulina a 4 °C (39 °F) en el refrigerador cuando está sin abrir, y a temperatura ambiente cuando está en uso.
Así se concluyó que la investigación también pone de relieve la importancia de encontrar datos fiables para otros compuestos y fármacos sensibles a la temperatura, como los medicamentos antirreumáticos. El autor del estudio declaró para Medical News Today :
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Las personas en condiciones de vida difíciles, como las que carecen de acceso a la atención sanitaria, o las afectadas por crisis climáticas o que viven en zonas asoladas por la guerra, necesitan urgentemente esta información.
-Afirmó
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