El mito caliente que enfría la verdad: La ciencia detrás de tu freidora de aire
Las freidoras de aire prometen crocancia sin culpa, pero ¿realmente liberan toxinas? El chef y divulgador Heinz Wuth revela los mitos con evidencia científica.

El debate sobre si las freidoras de aire son dañinas volvió cuando el chef chileno y divulgador Heinz Wuth (@soycienciaycocina) publicó en TikTok un video que desmitifica el supuesto “veneno invisible” de estos populares electrodomésticos. En su característico tono didáctico, Wuth explicó que las freidoras de aire funcionan como hornos de convección en miniatura, no como ollas fritas, disipando el miedo viral sobre posibles toxinas.
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Según Wuth, el secreto está en la física, el aire caliente circula a más de 200°C, envolviendo los alimentos sin necesidad de sumergirlos en aceite. Este sistema reduce hasta en un 80% el uso de grasa, mejora la eficiencia energética y evita los olores persistentes de fritura. En resumen, no hay veneno, solo aire caliente y ciencia aplicada a la cocina diaria.
Así funciona el motor del sabor
Las freidoras de aire utilizan un flujo de aire caliente que cocina de manera uniforme, sellando la superficie de los alimentos y manteniendo su interior jugoso.
No fríen, distribuyen calor como un horno de convección,
-resume Wuth.
Este método, además de rápido, conserva mejor los nutrientes y permite preparar desde vegetales hasta postres con apenas un toque de aceite en spray.
Para resultados óptimos, el chef recomienda precalentar el equipo por tres minutos y usar bandejas perforadas que faciliten la circulación del aire. Así, se logra el dorado ideal sin saturar de grasa las recetas.
El lado oscuro de tostar los alimentos
Sí, el dorado perfecto puede generar compuestos como acrilamida y acroleína, sustancias que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) clasifica como potencialmente dañinas. Pero, como aclara Wuth, esto ocurre en cualquier técnica de cocción con calor seco, desde el asado hasta el tostado del pan. La clave es controlar tiempo y temperatura.
Para reducir riesgos, Wuth sugiere mantener las cocciones por debajo de los 180°C y evitar el color demasiado oscuro. Además, marinar con limón o vinagre puede reducir la formación de acrilamidas hasta en un 50%, según estudios de Harvard, donde él mismo se formó en ciencia alimentaria.
Freidora vs. sartén: Comparando riesgos y beneficios
¿Y si el peligro no está en la freidora, sino en cómo cocinamos? Dorar carne en sartén o usar parrilla también produce las mismas sustancias en mayor cantidad, sobre todo si hay humo o carbonización.
El riesgo es universal, pero la moderación es la clave,
-explica Wuth.
Alternar métodos –aire, vapor o hervido– no solo diversifica sabores, también reduce la exposición acumulada a compuestos nocivos.
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De hecho, combinar cocción al vapor y finalización en la freidora puede disminuir en un 40% la formación de acrilamida, de acuerdo con investigaciones publicadas en Journal of Food Science.
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