Estos son los beneficios de correr en invierno

Correr es una actividad física que aporta múltiples beneficios para la salud , tanto física como mental. Sin embargo, muchas personas dejan de practicarla cuando llega el invierno, debido al frío, la lluvia o la nieve. Por el contrario, correr durante esta época podría ser inclusive más beneficioso que en verano o en cualquier otra estación del año, según expertos.

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Según la declaración de varios expertos a través de Medical News Today, correr en temperaturas más bajas puede mejorar el rendimiento y la quema de calorías, además de proporcionar un estímulo mental y emocional.

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Correr libera endorfinas, las hormonas del bienestar, que ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, hacerlo al aire libre expone al cuerpo a la luz natural, lo que favorece la producción de vitamina D y serotonina, dos sustancias que regulan el estado de ánimo y previenen el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión que se produce durante los meses de invierno por la falta de luz solar.

El cuerpo de las personas que salen a correr en condiciones frías trabaja más para mantener la temperatura corporal óptima, lo que implica un mayor consumo de energía. Por si fuera poco, el cuerpo también utiliza un tipo especial de grasa llamada grasa parda para generar calor en respuesta al frío. La grasa parda es más metabólicamente activa que la grasa blanca y ayuda a quemar más calorías.

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Correr en frío también puede mejorar el rendimiento deportivo, ya que reduce la frecuencia cardiaca y la percepción del esfuerzo. Esto se debe a que el cuerpo no necesita sudar tanto para enfriarse, lo que permite mantener un mayor volumen de sangre en el centro del cuerpo y los músculos. Así, se mejora el transporte de oxígeno y nutrientes a las células y se retrasa la fatiga.

Para aprovechar los beneficios de correr en invierno, es importante seguir algunas recomendaciones que garanticen la seguridad y el confort del corredor, según los expertos.

El frío puede provocar rigidez y tensión muscular, lo que aumenta el riesgo de lesiones. Por eso, es fundamental realizar un calentamiento dinámico antes de salir a correr, que incluya ejercicios de movilidad articular, estiramientos activos y activación muscular.

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La ropa para correr debe ser transpirable, térmica e impermeable, para evitar el exceso de sudoración y la pérdida de calor. Lo ideal es vestirse por capas, empezando por una camiseta interior ajustada que absorba la humedad, seguida por una camiseta térmica que aísle del frío y terminando por una chaqueta impermeable que proteja del viento y la lluvia. También es importante cubrir las extremidades con guantes, calcetines, gorro y bufanda o braga. Los zapatos deben ser antiderrapantes y con buena amortiguación.

A su vez, recomiendan una buena hidratación y adaptar el ritmo al correr según el rendimiento y las condiciones.

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