EUA podría dejar al mundo sin datos de monitoreo climático: esto tienes que saber

Expertos alertan que los recortes en satélites y equipos de monitoreo en EUA podrían debilitar las predicciones climáticas globales, afectando desde América hasta Asia y Europa

Pronósticos globales en riesgo por la falta de vigilancia climática de EUA
2 minutos de lectura.
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Escrito por: Jackelin Diaz

El Sistema Mundial de Observación del Clima (GCOS), organismo respaldado por la ONU que coordina datos fundamentales de la atmósfera, los océanos y la superficie terrestre, enfrenta su mayor crisis desde que fue creado. Según una entrevista concedida a AP por Peter Thorne, especialista en clima y subdirector del programa, el sistema podría cerrar parte de sus operaciones a finales de 2027 si no aparece financiamiento adicional.

Thorne advierte que los recortes en Estados Unidos —uno de los principales financiadores y operadores de tecnología de observación— ya están teniendo efectos visibles. En ese país, el número de globos meteorológicos lanzados diariamente cayó entre 13% y 16%, una disminución que no solo afecta el monitoreo regional, sino también las previsiones de Europa, Asia y otras regiones dependientes del intercambio global de datos.

El experto advierte que, a diferencia de otros servicios, las predicciones atmosféricas dependen de información coordinada a escala planetaria. “Las previsiones no se construyen solo con lo que ocurre en tu territorio, sino con lo que ocurre donde se origina tu meteorología”, explicó Thorne.

Durante la COP30 en Brasil, una comisión técnica resaltó la “importancia vital” de mantener operativo este sistema, especialmente en un contexto de clima extremo cada vez más frecuente.

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Recortes a NASA y NOAA: un golpe directo al monitoreo del planeta

Las propuestas presupuestarias recientes en Estados Unidos incluyen recortes severos a misiones de la NASA y al programa satelital de la NOAA, lo que comprometería proyectos sin reemplazo inmediato en Europa, Japón, India o China. Thorne señala que algunas de estas misiones proporcionan datos que, de perderse, “nunca podremos recuperar”.

Estados Unidos también sostiene cerca del 50% del programa de boyas Argo, esencial para medir el calor acumulado en los océanos —un indicador crucial del cambio climático—, así como la red de boyas del Pacífico usadas para monitorear El Niño. Sin estos equipos, las previsiones estacionales en América, África y varias regiones tropicales serían menos precisas.

La pérdida simultánea de infraestructura satelital y oceánica provocaría un retroceso sin precedentes en la capacidad global para anticipar tormentas, sequías, olas de calor y otros extremos climáticos.

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