Científico mexicano logra desarrollar un ratón en un útero artificial

Un científico mexicano ha acaparado la atención de la comunidad científica internacional luego de que logró desarrollar un ratón dentro de un útero artificial, lo cual implicaría nuevos descubrimientos en el proceso de crecimiento de los seres humanos.

El joven mexicano identificado como Alejandro Aguilera Castrejón es un científico egresado de la carrera de Biología, en la Universidad Nacional Autónoma de México, y originario del municipio de Ecatepec, Estado de México.

Alejandro Aguilera, de 28 años, viajó la ciudad de Rehovot, en Israel para realizar estudios de posgrado en medicina regenerativa y con ayuda de un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de Weizmann logró realizar un estudio sobre el desarrollo de un embrión de un animal fuera del útero materno.

Fue señalado como el autor principal del trabajo experimental que le llevó años hasta que por fin logró tener un resultado favorable para el mundo de la ciencia. Incluso, llegó a publicarse en la revista Nature bajo el título de Ex utero mouse embryogenesis from pre-gastrulation to late organogenesis.

De acuerdo con el científico Alejandro Aguilera, quien habló para medios internacionales, el objetivo de su estudio era investigar la gestión de un embrión que pertenecía a un ratón, pero dentro de un útero artificial que él junto con su equipo creó.

Para ello, el equipo se encargó de extraer el embrión de la madre justo a los cinco días de gestión y luego lo colocaron en el útero artificial donde se vigilaba el crecimiento del embrión día a día hasta que lograron mantenerlo vivo por seis días más, observando su pleno desarrollo y cómo se van formando los órganos y los tejidos.

Alejandro Aguilera explicó que junto con su equipo logró crear un útero artificial, que básicamente se trata de una máquina de diez frascos de vidrio que se encargan de girar a través de un carrete para evitar que los embriones estudiados se peguen a las paredes, pues de lo contario tendrían deformaciones o morirían.

El útero está conectado a una incubadora que se encarga de proporcionar nutrientes para fomentar el crecimiento del embrión. El joven mexicano explica que estos nutrientes provienen de un suero que se saca de la sangre de las ratas y de un cordón umbilical del humano.

Así, controlan el porcentaje de oxígeno y bióxido de carbono que los embriones en crecimiento necesitan.

El estudio del científico Alejandro Aguilera significa una gran aportación a los avances de la ciencia, aunque todavía faltan algunos años para tener algo concreto, pues tras ver cómo es la evolución de los embriones, se pueden entender la formación de los órganos y “aprender más por qué suceden los abortos espontáneos o por qué los óvulos fertilizados no se implantan”.

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MVA