Un Viaje Culinario a la Dehesa Española: Tras la Huella del Jamón Ibérico

En un viaje que no solo deleitó nuestros paladares sino que también enriqueció nuestro conocimiento cultural y gastronómico, nos sumergimos en el corazón de la Dehesa Española para descubrir los secretos del jamón ibérico, un tesoro nacional y embajador culinario de Europa ante el mundo. Desde la vibrante Madrid hasta la histórica Sevilla, pasando por Córdoba y el encantador Cortijo Rural Casa Navalobos, cada parada nos reveló un capítulo distinto de la historia de este exquisito manjar.

Nuestro viaje comenzó en Madrid, la capital, donde nos dimos el primer gusto con una selección de jamones ibéricos en algunos de los restaurantes y tabernas más emblemáticos.

Aquí, en tiendas especializadas y mercados gourmet como el Mercado de San Miguel, aprendemos sobre las etapas iniciales del proceso de producción del jamón ibérico, la diversidad de España se manifiesta en cada bocado, sirviendo como introducción perfecta a la profundidad y riqueza de la cocina ibérica.

En Córdoba, el Cortijo Rural Casa Navalobos nos abrió sus puertas para mostrarnos la vida del cerdo ibérico en su entorno natural. Observamos de cerca cómo estos animales, esenciales para la creación del jamón ibérico, se crían en armonía con el ecosistema de la Dehesa, alimentándose principalmente de bellotas durante la montanera. Este proceso no solo es fundamental para el sabor único del jamón sino también para la sostenibilidad ambiental de la región.

La visita a Bodegas Campos en Córdoba fue otro de los puntos culminantes, donde nos sumergimos en la cultura del jamón, degustando distintas variedades y aprendiendo sobre su influencia en la cocina local e internacional. La combinación de sabores, la textura y el aroma de cada pieza reflejaban la dedicación y el respeto por la tradición en su elaboración.

En Pozoblanco, nos adentramos en la Fábrica COVAP para descubrir el meticuloso proceso de empaquetado que precede a la venta del jamón. Esta visita nos permitió apreciar el cuidado y la precisión necesarios para mantener la calidad y frescura del producto final, asegurando que cada pieza que llega al consumidor es una obra de arte culinaria.

En este secadero, observamos de cerca el meticuloso proceso de curación que puede durar más de 48 meses.

Finalmente, en Sevilla, la exploración de la cultura del jamón ibérico alcanzó su clímax. Aquí, participamos en catas que nos enseñaron a distinguir entre las distintas variedades, incluyendo el prestigioso jamón 100% ibérico. Exploramos las denominaciones de origen protegidas (DOP), como Jabugo, Guijuelo, Los Pedroches, y Extremadura, que garantizan la calidad y autenticidad del jamón ibérico. Sevilla, con su encanto único y su rica historia, fue el escenario perfecto para concluir nuestro viaje, recordándonos que el jamón ibérico es mucho más que un alimento: es un símbolo de la cultura y la tradición españolas.

A lo largo de nuestro viaje, también profundizamos en la aportación nutricional del jamón ibérico, destacando su riqueza en proteínas, vitaminas B1, B6, B12, y minerales como hierro, zinc y magnesio; sus variedades y la significación de ser un jamón 100% ibérico.

Al regresar de este viaje, llevamos con nosotros no solo un mayor aprecio por el jamón ibérico sino también una comprensión más profunda de la rica herencia culinaria de España. Los embajadores del jamón ibérico de España siguen difundiendo su legado por todo el mundo, invitándonos a todos a explorar y disfrutar de este tesoro gastronómico.

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