Dietas milagro que no lo son tanto; por esto debes evitarlas
Conoce algunos de los peligros de recurrir a las famosas ‘dietas milagro’, aquellas que ofrecen resultados inmediatos, pero con posibles repercusiones a tu salud.
Las dietas milagro son aquellas que prometen una pérdida de peso rápida y sin esfuerzo, pero que pueden tener graves consecuencias para la salud. Estas dietas suelen ser muy restrictivas, desequilibradas y carentes de evidencia científica.
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¿Qué son las dietas milagro?
Si buscas algo rápido y fácil con aparentes resultados inmediatos, seguro se trata de una dieta milagro. Prometen una pérdida de peso rápida y sin esfuerzo, generalmente en un periodo corto de tiempo. Estas dietas suelen basarse en la eliminación o reducción drástica de algún grupo de alimentos, como los hidratos de carbono, las grasas o las proteínas, o en el consumo excesivo de algún alimento o suplemento con supuestas propiedades adelgazantes, como el vinagre de manzana, el té verde o el café verde.
¿Por qué no se recomiendan las dietas milagro?
Las dietas milagro no se recomiendan por varias razones:
- No tienen evidencia científica que respalde su eficacia y seguridad. Suelen basarse en testimonios personales, anécdotas o afirmaciones sin fundamento. No hay estudios que demuestren que estas dietas sean más efectivas que una alimentación equilibrada y personalizada para perder peso y mantenerlo a largo plazo.
- Son muy restrictivas y desequilibradas. Estas dietas suelen excluir o limitar la ingesta de alimentos esenciales para el organismo, como los hidratos de carbono, las grasas, las proteínas, las vitaminas, los minerales o la fibra. Esto puede provocar deficiencias nutricionales, alteraciones metabólicas, pérdida de masa muscular, deshidratación o efecto rebote.
- Pueden tener efectos negativos para la salud física y mental. Estas dietas pueden causar fatiga, debilidad, mareos, dolores de cabeza, irritabilidad, ansiedad, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, problemas digestivos, renales, hepáticos o cardiovasculares, entre otros.
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¿Cómo pueden afectar tu salud las dietas milagro?
Al eliminar o reducir drásticamente la ingesta de algunos alimentos o grupos de alimentos, estas dietas pueden provocar carencias de nutrientes esenciales para el organismo, como el hierro, el calcio, el magnesio, el zinc, el yodo, el ácido fólico, la vitamina B12 o la vitamina D. Estas deficiencias pueden causar anemia, osteoporosis, calambres musculares, hipotiroidismo, anorexia nerviosa o problemas neurológicos.
Cuando el organismo se somete a una restricción calórica severa y prolongada, estas dietas pueden propician una disminución del metabolismo basal (la cantidad mínima de energía que necesita el cuerpo para funcionar). Esto significa que el cuerpo se adapta a consumir menos calorías y se vuelve más eficiente en almacenar grasa. Esto dificulta la pérdida de peso y favorece el efecto rebote (la recuperación del peso perdido e incluso más) cuando se abandona la dieta.
Cuando reduces la ingesta de proteínas o al consumir proteínas de baja calidad o biodisponibilidad (como las de origen vegetal), ocasionas una disminución de la masa muscular. Esto puede afectar al rendimiento físico, a la fuerza muscular, a la postura corporal y a la salud ósea. Además, al perder masa muscular se reduce el gasto energético del organismo y se favorece el aumento de grasa corporal.
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Pero esto no es lo peor. Cuando las personas dejan las dietas milagro se recuperar el peso perdido e incluso en mayores cantidades. Esto se debe a que el organismo tiende a compensar la restricción calórica previa aumentando el apetito y el almacenamiento de grasa. Además, al haber perdido masa muscular se reduce el metabolismo basal y se queman menos calorías. Esto hace que sea más difícil mantener un peso saludable a largo plazo y que se produzca un ciclo de pérdida y ganancia de peso que puede afectar a la salud y a la autoestima.
De acuerdo con el doctor Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética para el portal Nutriendo , “entre el 85% y el 90% de las personas que han perdido peso gracias a estas dietas, lo recuperan al año. Más del 90% vuelven a su peso inicial pasado un año y medio, e incluso, ganan algunos kilos más por el efecto rebote”.
También se puede desarrollar una relación insana con la comida, basada en el miedo, la culpa, la obsesión o el control. Esto puede favorecer la aparición de trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia, la bulimia, el atracón o la ortorexia, entre otros. Estos trastornos pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental, como depresión, ansiedad, aislamiento social o riesgo de muerte.
Características de las dietas milagro (huye si las vez), según la Academia Española de Nutrición y Dietética
1. Se describen como rápidas, cómodas y sin esfuerzo
2. Utilizan fotos del antes y después
3.- Se apoyan en testimonios supuestamente reales
4.- Se acompañan de la venta de un libro o de un producto dietético
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¿Cómo podemos perder peso de forma saludable y sostenible?
Para perder peso de forma saludable y sostenible, lo más recomendable es seguir una alimentación equilibrada, variada y adaptada a nuestras necesidades y preferencias. Esto implica incluir todos los grupos de alimentos en las cantidades adecuadas, priorizando los alimentos frescos, naturales y de temporada, y evitando los alimentos procesados, ultraprocesados y con alto contenido en azúcar, grasa o sal. Además, es importante hidratarse correctamente, masticar bien los alimentos y disfrutar de cada bocado.
Toda dieta SIEMPRE deberá estar sustentado bajo los conocimientos de algún experto en nutrición que pueda adaptarlas según las condiciones de salud, requerimientos y metas de cada persona.
A su vez, es fundamental realizar actividad física regularmente, adaptada a nuestro nivel y objetivos. El ejercicio físico nos ayuda a quemar calorías, a mantener o aumentar la masa muscular, a mejorar el estado de ánimo y a prevenir enfermedades. Lo ideal es combinar ejercicios aeróbicos, como caminar, correr, nadar o bailar, con ejercicios de fuerza, como levantar pesas, hacer abdominales o flexiones.
Por último, es necesario cuidar otros aspectos que influyen en nuestro peso y en nuestra salud, como el sueño, el estrés o las emociones. Dormir bien nos ayuda a regular el apetito y el metabolismo, a mejorar el rendimiento físico y mental y a prevenir el envejecimiento prematuro. Gestionar el estrés también evita el consumo compulsivo de alimentos y a mejorar nuestra calidad de vida. Expresar y canalizar nuestras emociones nos ayuda a evitar el uso de la comida como mecanismo de escape o recompensa.
Las dietas milagro no son una solución para perder peso ni para mejorar nuestra salud.
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