¿Sientes la vista más cansada de lo normal? Puede ser el estrés

La fatiga visual por estrés se incentiva ante los estímulos amenazantes o desafiantes de la vida diaria, aunado al uso prolongado de las pantallas y otras tecnologías que penetran directamente sobre la vista.

4 minutos de lectura.
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Escrito por: César Heredia
El estrés ocular
Getty

El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. Sin embargo, cuando se prolonga o es muy intenso, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. Una de las partes del cuerpo que más puede sufrir son los ojos, uno de los órganos más importantes.

Los ojos son muy sensibles y requieren de un cuidado especial. Cuando estamos sometidos a un alto nivel de estrés, nuestros ojos pueden manifestar una serie de síntomas que indican que están trabajando más de lo que deberían. Estos síntomas se conocen como astenopia, fatiga o estrés visual.

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¿Qué es la astenopia?

La astenopia es un trastorno de la visión que se produce cuando los ojos realizan un esfuerzo excesivo para enfocar objetos cercanos durante períodos prolongados. Esto suele ocurrir cuando pasamos muchas horas frente a pantallas de ordenadores, tablets, smartphones o televisores, que emiten una luz azul que puede dañar la retina. También puede deberse a una mala iluminación, una postura incorrecta, falta de hidratación o una visión deficiente que no está corregida con gafas o lentes de contacto.

Los síntomas más comunes de la astenopia son:

- Ojos secos o llorosos: El parpadeo es un mecanismo natural que lubrica y protege los ojos. En condiciones se estrés el lagrimal no produce tanta lubricación, lo que provoca sequedad e irritación en los ojos.

- Dificultad para enfocar: El estrés hace que los músculos del ojo se tensen y se contraigan, dificultando el cambio de enfoque entre objetos cercanos y lejanos. Esto puede provocar visión borrosa, doble o nublada.

- Dolor de cabeza: La tensión ocular puede generar cefaleas, especialmente en la zona frontal o detrás de los ojos. Estos dolores pueden ser pulsátiles, constantes o intermitentes.

- Sensibilidad a la luz: El estrés puede hacer que los ojos se vuelvan más sensibles a la luz, lo que puede causar molestias, lagrimeo o entrecerrar los párpados.

- Ojos rojos: El estrés puede provocar la inflamación de los vasos sanguíneos del ojo, lo que se traduce en un enrojecimiento de la esclera (la parte blanca del ojo).

- Temblores en los párpados: El estrés también puede causar contracciones involuntarias e incontrolables de los músculos del párpado, lo que se conoce como tics o mioquimias. Estos movimientos pueden durar desde unos segundos hasta varias semanas.

La astenopia no es una afección grave, pero puede afectar a nuestra calidad de vida y a nuestro rendimiento laboral o académico. Por eso, es importante prevenir y tratar el estrés visual con algunas medidas sencillas.

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Fatiga visual
Getty
Fatiga visual por estrés

¿Cómo prevenir la fatiga visual?

- Hacer pausas frecuentes: Cada 20 minutos, mira un objeto lejano durante 20 segundos. Esto ayuda a relajar los músculos del ojo y a evitar la fatiga visual.

- Ajustar la iluminación: Evita las luces demasiado fuertes o demasiado débiles, que pueden forzar la vista. Procura que la luz sea natural o blanca, y que no refleje en la pantalla.

- Regular el brillo y el contraste: Ajusta el brillo y el contraste de la pantalla según las condiciones ambientales. Evita los fondos muy claros u oscuros, que dificultan la lectura.

- Usar filtros anti-luz azul: Existen filtros especiales que se pueden colocar sobre la pantalla o sobre las gafas para bloquear la luz azul que emiten los dispositivos digitales. Estos filtros protegen la retina y reducen el estrés visual.

- Mantener una buena postura: Evita inclinar o torcer el cuello o la espalda al mirar la pantalla. Mantén una distancia de unos 50 centímetros entre los ojos y el monitor, y coloca la pantalla a la altura de los ojos o ligeramente por debajo.

- Hidratarse bien: Bebe agua con frecuencia para mantener los ojos hidratados y evitar la sequedad. También puedes usar gotas oftálmicas artificiales para lubricar los ojos.

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- Corregir la visión: Si tienes algún problema visual, como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia, usa gafas o lentes de contacto adecuadas para tu graduación. Acude al oftalmólogo al menos una vez al año para revisar tu vista y detectar posibles anomalías.

- Relajar los ojos: Practica ejercicios de relajación ocular, como cerrar los ojos y masajearlos suavemente con las yemas de los dedos, hacer círculos con los ojos en sentido horario y antihorario, o enfocar objetos cercanos y lejanos alternativamente.

- Reducir el estrés general: El estrés visual es un reflejo del estrés que sufrimos en otras áreas de nuestra vida. Por eso, es importante adoptar hábitos saludables que nos ayuden a reducir el estrés general, como hacer ejercicio físico, meditar, respirar profundamente, dormir bien, alimentarse de forma equilibrada y disfrutar de actividades placenteras.

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