Tina Modotti, la fotógrafa mexicana que nació en Italia

Revolucionaria, fue considerada por muchos una dama muy adelantada a su tiempo, por sus abiertos ideales acerca de sexualidad, educación y política.

Modotti nació en Údite, Italia, el 16 de agosto de 1896. Acerca de su vida se sabe poco, sin embargo, sus fotografías, las tres películas mudas en las que participó como actriz a principio de los años veinte, un texto donde escribió sus ideas sobre fotografía, las cartas que envió a su maestro y algún tiempo amante, Edward Weston, son los vestigios que hablan sobre una excepcional mujer.

Fue una luchadora social por los derechos de la clase desposeída en varios países como México, Alemania y Rusia. Por medio de su fotografía logró retratar el alma de las cosas, en vez de un aspecto estéticamente superficial, como paisajes o retratos, capturó la intimidad que hay en una simple cebolla, caracol o incluso un retrete. De esta forma, su mirada inmortalizó objetos que con el paso del tiempo perderían su sentido.

A los 21 años se casó con un artista llamado Roubaix de l’Abrie Richey, conocido como Robo. Fue gracias a este matrimonio que se desplazó al mundo histriónico en Hollywood. Y gracias también a él, tuvo un primer acercamiento con la tierra que la enamoraría y le robaría el corazón, México.

Robo tuvo que viajar a México por cuestiones de trabajo y en sus cartas le contaba a Tina las maravillas del país. Su esposo murió de viruela en 1922 y ella se enamoró de un amigo de este, Edward Weston, quien le abriría las puertas al universo fotográfico, siendo su maestro. Juntos abandonaron California -y dejan allí a la esposa e hijos de Weston- para vivir en México.

Cuatro años después, la pareja se separa y Weston vuelve a Estados Unidos. Tina quedó tan prendada de México que decide quedarse y lo plasma en imágenes como un homenaje. No sólo capturó sus bellas formas, sino la visión de un país lleno de miseria e injusticia.

Siempre con cámara en mano, utilizaba dicho objeto como un arma de denuncia política y su principal objetivo eran campesinos u obreros. Fue elegida como fotógrafa para el muralismo mexicano, documentando obras de Diego Rivera y José Clemente Orozco.

En 1927 se volvió militante del Partido Comunista Mexicano -a manera de dato curioso, se sabe que fue Modotti quien llevó a Frida Kahlo a este partido, en vez de Diego Rivera- y hasta 1940 trabajó como colaboradora y fotógrafa en la revista ‘Folklor Mexicano’.

En 1930 fue acusada de tomar parte en el intento de asesinato del presidente en turno, Pacual Ortiz Rubio, por lo que fue expulsada del país. Tras una estancia en Rusia, Alemania y España, regresó a México en 1939 como asilada. Un año después, el presidente Lázaro Cárdenas anuló su expulsión.

Su muerte es el centro de muchas especulaciones. Con sólo 46 años, muere el 5 de enero de 1942 en el interior de un taxi que la llevaba a casa en la Ciudad de México, algunas teorías señalan que pereció debido a una purga comunista, otras que sufrió un paro cardiaco.

Fue enterrada envuelta de una bandera con la hoz y el martillo. Leopoldo Méndez esculpió su perfil en la lápida y Pablo Neruda le dedicó un poema que quedará grabado por la eternidad.

“Puro es tu dulce nombre, pura es tu vida frágil. De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma. De acero, línea, polen, se construyó tu férrea, tu delgada estructura.”

Hoy, Google rinde homenaje a Tina Modotti con un doodle en el que aparece con su eterna compañera, una cámara, rodeada de objetos cotidianos de México.

kcg