A 37 años de la tragedia del millón y medio de globos: quisieron marcar un récord pero la triste historia se hizo viral

El 27 de septiembre de 1986, lo que debía ser un día de celebración y alegría se convirtió en una tragedia que aún se recuerda con pesar. En la ciudad de Cleveland, Ohio, en Estados Unidos, cientos de voluntarios se reunieron con la esperanza de establecer un récord mundial al soltar un millón y medio de globos como parte del evento conocido como “Ballonfest”. Sin embargo, esta ambiciosa iniciativa se convirtió en una pesadilla que dejó una profunda huella en la comunidad.

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La organización sin fines de lucro United Way of América convocó a más de 100,000 personas en la plaza pública del centro de la ciudad para llevar a cabo esta hazaña. Después de inflar los millones de globos con helio y colocarlos bajo una red en una estructura rectangular de 76 metros, se procedió a la suelta. El objetivo principal era poner a Cleveland en el Libro Guinness de los Récords Mundiales y superar cualquier logro previo.

Sin embargo, lo que en un principio parecía un evento festivo se convirtió rápidamente en una pesadilla. En lugar de ascender y desaparecer en el cielo, los globos se desintegraron y se dispersaron por toda la ciudad. Esta acción provocó una contaminación irreversible debido al material de los globos y causó caos en las calles y carreteras.

Las condiciones climáticas tampoco ayudaron, ya que el viento y la lluvia llevaron los globos a lugares inesperados, generando una situación caótica.

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La tragedia alcanzó su punto más triste cuando dos pescadores, Raymond Broderick y Bernard Sulzer, se encontraron en apuros en el lago Erie. Habían caído de su barco mientras pescaban en aguas frías y necesitaban ayuda de emergencia. Sin embargo, la presencia masiva de globos en la zona dificultó enormemente los esfuerzos de búsqueda y rescate.

Los helicópteros no podían volar debido a la falta de visibilidad causada por la multitud de globos en el aire. Horas después, los equipos de emergencia finalmente lograron llegar al área del incidente, pero se encontraron con una escena surrealista: globos de colores por todas partes que dificultaban la identificación de las personas desaparecidas.

Tras una intensa búsqueda, se confirmó la triste noticia: Raymond Broderick y Bernard Sulzer habían fallecido ahogados , y sus cuerpos fueron encontrados en la costa, a varios kilómetros del lugar del naufragio.

Este trágico evento sirvió como un recordatorio impactante de las consecuencias de la irresponsabilidad colectiva y la falta de conciencia ambiental . Además de causar la pérdida de vidas humanas, la liberación masiva de globos tuvo un impacto negativo en el medio ambiente, un aspecto que hoy en día es ampliamente reconocido.

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