La horrible historia de la calle maldita del Centro Histórico de la CDMX

Durante siglos, las personas del centro de la CDMX no querían ni caminar por esa calle maldita, pero un suceso histórico cambió por completo esta creencia.

Historia de la calle maldita CDMX
Getty
2 minutos de lectura.
Compartir:
Escrito por: Marco Antonio Campuzano

El Centro Histórico de la Ciudad de México ( CDMX ) es un lugar emblemático de nuestro país con innumerables relatos de cada esquina, pero uno de sus más famosos es el de la calle maldita que hoy conocemos como 5 de mayo, siendo temida y evitada durante siglos.

Hoy en día 5 de mayo es una de las calles más transitadas de la capital, con muchísimos comercios y edificios emblemáticos, pero durante mucho tiempo fue una zona desértica, en la que nadie quería caminar y mucho menos vivir o trabajar.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y lleva la información que te interesa, al momento y en la palma de tu mano.

Historia de la calle 5 de mayo

Debemos remontarnos al siglo XVI para entender la supuesta maldición. En aquel entonces, el terreno estaba ocupado por las casas del emperador Moctezuma, pero tras la conquista española, decidieron destruir las construcciones que había y crear nuevas calles.

El primer trazo de la calle 5 de mayo fue un par de callejones que eran conocidos como Mecateros y Arquillo, limitadas por el Convento de la Profesa, un recinto católico de gran importancia.

Para el siglo XIX, luego de que México se había librado del yugo español, se promulgaron las Leyes de Reforma, buscando demostrar una verdadera independencia, por lo que derribaron el Convento de la Profesa junto con otros espacios religiosos del centro histórico. Esto hizo que la calle que hoy conocemos como 5 de mayo pasara de ser un par de callejones a un espacio mucho más amplio.

Religión, historia y terror, la fórmula para una calle maldita en CDMX

La calle todavía no tenía nombre, pero estaba conformada de escombros de los templos religiosos , de figuras rotas, y de una creencia popular de que se alteró un lugar santo.

Con esto, las personas ya no querían vivir, trabajar ni mucho menos pasar cerca de la calle, porque “tenía algo de sagrado” y realizar cualquier actividad ahí podría ser de “mal augurio”.

Hay información no confirmada de que, durante esta época, se vendieron terrenos muy baratos en dicha calle, pero nadie quería comprarlos, por lo que durante mucho tiempo el lugar se mantuvo en ruinas, sin nombre y siendo evitada por la gente.

La Batalla de Puebla lo cambió todo

El 5 de mayo de 1862 es recordado como el día en el que el Ejército mexicano venció al de Francia en una batalla que tuvo lugar en el estado de Puebla. En conmemoración a semejante acto, el entonces presidente Benito Juárez ordenó bautizar esa calle como “Cinco de Mayo”, como un recuerdo de orgullo nacional.

Con esto la perspectiva de la calle cambió por completo. Pasó de ser un lugar temido por las creencias religiosas a uno que la gente quería visitar como un recuerdo del éxito que tuvo el ejército.

Para 1868 se celebró por primera vez de forma oficial este día y el gobierno ordenó una profunda remodelación de la calle. Más adelante, ya en el siglo XX, Porfirio Díaz arregló las calles del Centro Histórico y finalmente Cinco de Mayo tuvo el trazo con el que la conocemos hoy en día.

Pasaron los años y después el Centro Histórico se convirtió en un referente de la economía nacional, con muchísimos comercios, empresas y sitios emblemáticos.

adn40 Siempre Conmigo. Suscríbete a nuestro canal de Telegram y lleva la información en tus manos.

¡No te pierdas nuestro contenido, sigue a adn40 en Google News!