Los vampiros gigantes sí existieron: un fósil nos da claves
Expertos hallan en Argentina fósil de un ejemplar de murciélago de una especie extinta, un verdadero vampiro gigante de 100 mil años
Paleontólogos de Argentina encontraron una parte fósil de un “vampiro gigante”, de acuerdo a los expertos el hallazgo corresponde a una especie extinta hace más de 100 mil años y que habitó en América Central y Sur.
El Museo de Ciencias Naturales de Miramar, provincia de Buenos Aires, informó que el fósil de vampiro fue encontrado en una madriguera que podría haber pertenecido a un perezoso gigante, ubicada al sur de la localidad, en las inmediaciones del arroyo La Ballenera, en el distrito bonaerense de General Alvarado.
El fósil corresponde a la rama mandibular de la especie Desmodus draculae, un murciélago de grandes dimensiones, mayor a los que conocemos actualmente; se cree que esta especie vivió desde el Pleistoceno hasta principios del Holoceno.
La importancia del descubrimiento radica en complementar las lagunas existentes en la historia de estos sorprendentes animales, es decir, podría proporcionar algunas pistas sobre por qué estos murciélagos acabaron desapareciendo.
Desmodus draculae. Hallan fósil de un verdadero vampiro gigante de 100 mil años en Miramar. https://t.co/PTK1qXc225 pic.twitter.com/juirHevJ3p
— museodecienciasnaturalesdemiramar (@museodeciencia2) July 21, 2021
Murciélago gigante
La primera vez que se identificó este “vampiro gigante” fue en Venezuela en 1988, aunque también se conoce en Argentina, México, Ecuador, Brasil, Belice y Bolivia. Su nombre científico hace alusión al personaje de ficción, Drácula, ya que su tamaño lo cataloga como el mayor murciélago conocido de todos los tiempos, poseía una envergadura de hasta 50 centímetros y una masa corporal de 60 gramos.
De acuerdo a Sci-News, este murciélago tuvo un tamaño 30% mayor que el vampiro común. “Su envergadura sería de dimensiones algo más grandes que las de un teclado de computadora”, mencionó Santiago Brizuela, de la Universidad Nacional de Mar del Plata y uno de los investigadores que difundió el hallazgo en la revista de paleontología Ameghiniana, editada por la Asociación Paleontológica Argentina.
El fósil encontrado fue estudiado bajo un microscopio estereoscópico y comparado con los materiales de referencia disponibles en distintas instituciones, se determinó que este tipo de vampiro fue el último de los grandes mamíferos voladores.
No se sabe si el vampiro entró en la cueva para alimentarse, refugiarse o fue presa de otro animal, pero este fósil es el último registro que se tiene hasta el momento. Se piensa que su especie pudo haberse extinguido durante el período colonial, alrededor de 1820, posiblemente como consecuencia de la Pequeña Edad de Hielo.
Murciélago vampiro
El museo explicó que los vampiros pertenecientes a la familia de los Desmodontinae, murciélagos vampiros que se alimentan de la sangre de otros animales, incluye tres especies vivas: “El vampiro común (Desmodus rotundus), murciélago vampiro de alas blancas (Diaemus youngi), y el vampiro de patas peludas (Diphylla ecaudata)".
A partir de las leyendas de Transilvania y su espeluznante conde Drácula, estos animales despiertan mucha curiosidad, sin embargo, se sabe que son sumamente pacíficos y se alimentan generalmente de sangre de animales, podrían hacerlo de humanos, pero sólo por unos breves minutos y sin generar molestias; lo malo es que si se infectan, pueden transmitir rabia u otras enfermedades .
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