¿Se podría beber agua de los volcanes de la Luna? La ciencia explica

Científicos de la Universidad de Colorado en Boulder dieron a conocer que cerca de la superficie de la Luna habría capas de hielo que podrían suministrar el agua necesaria a una posible colonia humana.

Los científicos realizaron investigaciones basadas en simulaciones de las etapas tempranas de la Luna y descubrieron que hace 2 mil a 4 mil millones de años, este satélite vivía una época de intensas erupciones volcánicas.

De acuerdo con los expertos, las nubes que expulsa la actividad volcánica conformarían una atmósfera integrada principalmente de monóxido de carbono y vapor de agua; mientras los gases atmosféricos se escapaban al espacio, el agua quedaba en el suelo y formaba algo similar a la escarcha después de una noche fría.

En la etapa máxima de su actividad volcánica, la Luna registró una erupción cada 22 mil años, en promedio, de acuerdo con cálculos de los expertos. Además, también dieron a conocer que el agua tuvo varias oportunidades para quedar en la Luna en forma de hielo permanente.

De acuerdo con este estudio , se trataría de 8,2 x 1.015 kilogramos de agua, lo que es más del agua que hay actualmente en el lago Michigan.

Paul Hayne, uno de los científicos que pertenecen al equipo investigativo, dijo que es posible que a 5 o 10 metros por debajo de la superficie haya grandes capas de hielo.

El pasado 5 de mayo se dio a conocer una nueva investigación firmada por científicos de la Universidad de Nanjing en China, la cual afirmó que el suelo de la Luna podría tener las condiciones necesarias para generar oxígeno y combustible.

En una publicación realizada por la agencia EFE, se reveló que los científicos se basan en las muestras del suelo lunar que se recogieron en diciembre del 2020 por la zona Chang’e 5, la cual se encargó de traer a la Tierra pequeñas porciones del satélite terrestre.

Gracias a esto, el equipo de investigadores pudo descubrir que las muestras recabadas tienen compuestos de sustancias con hierro y titanio, lo cual podría funcionar como catalizadores para fabricar oxigeno usando la luz solar y el dióxido de carbono.

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