Muere asesino serial británico
Murió a los 79 años dentro de un hospital psiquiátrico, pero su locura no ha terminado.
Esta semana, falleció en su celda Ian Brady, asesino serial de al menos cinco niños entre 17 y 12 años con ayuda de su novia en los años 60, pero su muerte no pone fin a la indignación de los familiares de las víctimas, pues como última voluntad, pidió que sus cenizas sean esparcidas en el lugar donde asesinó y enterró a sus víctimas.
En una verdadera historia de terror contemporánea, Ian Brady, se convirtió en el asesino mas odiado por los británicos, luego de darse a conocer que torturó, violó y asesinó a cinco niños en los páramos británicos.
De acuerdo al diario británico ‘The Telegraph’, el forense Christopher Sumner se habría opuesto a esta demanda, negándose a entregar el cuerpo hasta que se garantice que sus cenizas no serán esparcidas por la pradera.
“Yo, al igual que las familias, también quiero tener la seguridad de que, cuando Brady sea incinerado, sus cenizas no serán esparcidas en Saddleworth Moor. Creo que es un juicio moral correcto y apropiado de hacer. Creo que sería ofensivo que sus cenizas sean esparcidas en la misma zona en la que fueron enterradas todas sus víctimas”, ha argumentado.
Los cinco asesinatos
Brady cometió los crímenes cuando tenía 23 años con la ayuda de su novia, Myra Hindley, una niñera de Manchester que se enamoró de él en 1961.
El primer asesinato lo cometió en 1963, cuando violó, mató y enterró en la pradera de Saddleworth a Pauline Reade, de 16 años, con la ayuda de su novia Mira Handley.
Cuatro meses después, la víctima fue un niño de 12 años, John Kilbride.
El 16 de junio de 1964, cuando Ian Brady cometió su tercer asesinato, la víctima, Keith Bennett, de 12 años, el cuerpo de este pequeño nunca fue encontrado.
El cuarto crimen por una niña y por su víctima más joven, tenía tan solo 10 años. Lesley Ann Downey fue secuestrada por la pareja en un parque de atracciones.
lmo
