Pudo jugar en Necaxa pero prefirió probarse en la NFL y ganó un Super Bowl

Las vidas inspiradores y sorprendentes sólo se presentan en el mundo del fútbol, y aunque no lo creas, esta es una de ellas que te va a dejar con la boca abierta, pues un argentino estuvo a punto de convertirse en estrella de la liga MX y terminó apoderándose de la NFL y ahora ya cuenta hasta con el campeonato de un Super Bowl , lo que demuestra todo es cuestión de que voltees a ver las cosas que a vida te presenta, pues puede ser que estás en el camino equivocado del éxito.

Y es que el Supertazón es uno de los eventos deportivos más importante de todo el mundo, pues si transmisión rompe récords de audiencia año con año, por lo que los jugadores de ambas escuadras toman un claro protagonismo del que todos hablan, por lo que cada uno de sus jugadores se vuelve blanco de sus fans, por lo que sus historias traspasan las fronteras y esto es lo que se sabe de un argentino que nació con el deporte corriendo por sus venas.

Estamos hablando del astro argentino Martín Gramática, quien en la temporada 2002/03 logró consagrarse campeón del Supertazón con una participación estelar, y aunque no lo creas, su historia además se ha vuelto un claro ejemplo de vida para miles de personas, ya que demuestra que la vida da nuevas oportunidades cuando a la mejor estas en el camino equivocado.

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El futbolista nació un 27 de noviembre de 1975 en Buenos Aires, Argentina , quien con tan sólo nueve años se mudó con el resto de su familia a los Estados Unidos en busca del sueño americano en la Florida, pero a pesar de su corta edad, Gramática ya había desarrollado una gran pasión por el deporte pues demostraba que corría por sus venas y en especial el el soccer y por Boca Juniors, el equipo que siempre le apasionó al punto de que su objetivo era jugar en las canchas de México.

De hecho, su gran oportunidad llegó a tener una prueba en el equipo de Necaxa en México, donde estuvo entrenando tan solo una semana y ya se visualizaba como una de las grandes promesas del balón por Azteca, pero la vida le tenía una nueva jugada, ya que al parecer, la cima del éxito estaría directamente en la NFL.

Y es que su talento y precisión para patear captó la atención del entrenador del otro fútbol, el americano, en la secundaria. Fue entonces cuando se dio cuenta que jugando al football en la posición de kicker (pateador) tendría más chances de conseguir una beca, por lo que aceptó jugar por una temporada, pero obstante, luego de una de las primeras prácticas, el DT le dio su bendición: “Este chico es buenísimo. Va a llegar a ser profesional, no tengo dudas”. Su camino estaba marcado.

Sin embargo su verdadera oportunidad llegó hasta1999 de la mano de la NFL , pues fue seleccionado en la tercera ronda del draft por los Tampa Bay Bucaneers, equipo que nunca se había consagrado campeón y que con él llegaría el momento de tocar la gloria. Pero cuatro años más tarde, un 26 de enero de 2003, el equipo de Florida venció por 48-21 a Oakland Raiders en San Diego y se quedó con el Super Bowl XXXVII, en donde además aportó 12 puntos: dos goles de campo (valen tres puntos) y seis puntos extra por cada uno de los touchdowns. Tras la final, el argentino declaró: “Esto es para todos los hijos de puta que no confiaban en nosotros”.

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