¿Qué es lo que tenía el cerebro de Einstein que lo hacía diferente al de los demás?
Hace 62 años falleció una de las mentes más brillantes del siglo XX.
No cabe duda que gracias al genio de Albert Einstein el mundo cambió, pues sin su famosa Teoría de la Relatividad quizá no hubiéramos conocido inventos como la televisión, las cámaras digitales o el horno de microondas.
Es por ello que lo celebramos con un texto que el escritor uruguayo Eduardo Galeano hizo en su honor.
“Ojo con él”
Un día como hoy, pero de 1955, muere Albert Einstein.
Hasta este día, y durante veintidós años, el FBI, Federal Bureau of Investigations, intervino su teléfono, leyó sus cartas y revisó sus tachos de basura.
Einstein fue espiado porque era espía. Espía de Moscú: eso decía su frondosa ficha policial. Y también decía que él había inventado un rayo exterminador y un robot capaz de leer la mente humana. Y decía que Einstein fue miembro, colaborador o afiliado de treinta y cuatro frentes comunistas entre 1937 y 1954, dirigió honorariamente tres organizaciones comunistas, y no parece posible que un hombre con estos antecedentes pueda convertirse en un leal ciudadano americano.
Ni la muerte lo salvó. Siguió siendo espiado. Ya no por el FBI, sino por sus colegas, los hombres de ciencia, que cortaron su cerebro en doscientos cuarenta trocitos y los analizaron en busca de la explicación de su genio.
No encontraron nada.
Ya Einstein había advertido:
—_Lo único que yo tengo de anormal es mi curiosidad._
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