Una familia completa no tiene huellas dactilares, te explicamos por qué
Al menos cuatro generaciones de la familia Sarker tiene una rara condición: no tienen huellas dactilares
La historia de esta familia se remonta al distrito norteño de Rajshahi, en Bangladesh, donde los hombres de al menos cuatro generaciones parecen compartir una rara condición genética: no tienen huellas dactilares.
Hace algunos años, el no tener huellas dactilares no parecía ser un problema, pero conforme pasa el tiempo y la tecnología avanza, los dermatoglifos, es decir, esas pequeñas marcas en las puntas de los dedos, se convierten en el dato biométrico más recopilado y utilizado en el mundo.
El padre de Apu, Amal Sarker, fue la primera generación en tener un inconveniente por no poseer huellas dactilares, ya que en 2008 Bangladesh introdujo una Tarjeta de Identidad Nacional para todos los adultos, sin embargo esta base de datos requería una huella. Al final el hombre recibió una tarjeta que cuenta escaneo de retina, reconocimiento facial y con un sello que especificaba “sin huella digital”.
Pero eso sería solo el principio de una serie de problemas que esta familia tendría por su rara condición. En 2010 las huellas dactilares se volvieron obligatorias para pasaportes y licencias de conducción para lograr conseguir este documento, Amal tuvo que mostrar un certificado de una junta médica, aunque por miedo de tener otros problemas en el aeropuerto ha decidido no usarlo. Tampoco ha podido obtener una licencia de conducción, a pesar de que es esencial para su trabajo como agricultor; inclusive lo han multado por no contar con el documento, aun cuando él explica las razones a las autoridades.
Para 2016, el gobierno de Bangladesh hizo obligatorio que para poder comprar una tarjeta SIM de celular era necesario comparar las huella dactilares con la base nacional de datos. La solución fue que todos los hombres de la familia tuvieran que usar una tarjeta SIM bajo el nombre de su madre.
En 2007 Peter Itin, un dermatólogo suizo fue contactado por una mujer que tenía problemas para entrar a Estados Unidos, ya que las patrones distintivos que se encuentran en la mayoría de las personas, no estaban presenten en la mujer. Tras examinar su caso, el profesor Peter Itin descubrió que ella y ocho miembros de su familia sufrían esa rara condición yemas de los dedos planas y un número reducido de glándulas sudoríparas en las manos.
En 2011, un equipo conformado por Itin, el dermatólogo Eli Sprecher y la estudiante de posgrado Jann Nousbeck, descubrieron que el gen SMARCD1 era la causa de la rara dolencia que no parecía causar otros efectos negativos aparte de las manos. Una vez descubierta, se supo que la rara condición que afecta a la familia Sarker se llama adermatoglifia, aunque el profesor Itin la apodo “enfermedad de demora migratoria”.
Esta rara mutación genética puede afectar a varias generaciones de una familia. Actualmente otro dermatólogo en Bangladesh ha diagnosticado la condición de los Sarker como una queratodermia palmoplantar secundaria, una nueva versión que puede producir resequedad cutánea y reducción de la transpiración en las palmas de las manos y plantas de los pies.
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