Expertos confirman la causa de la muerte de 35 elefantes en África en menos de tres meses
35 elefantes africanos murieron en circunstancias desconcertantes, en 2020.
Después de una serie de desconcertantes muertes de elefantes africanos en el noroeste de Zimbabwe y en Botswana, expertos finalmente han confirmado la causa detrás de estas tragedias. Contrario a las sospechas iniciales de caza furtiva, envenenamiento o sequía, los científicos han determinado que una infección bacteriana fue la responsable de la muerte de 35 elefantes en menos de tres meses.
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A finales de agosto y noviembre de 2020, 35 elefantes murieron en circunstancias enigmáticas, con once de ellos falleciendo en un lapso de 24 horas. Chris Foggin, veterinario del Victoria Falls Wildlife Trust de Zimbabwe y coautor del estudio, calificó esta serie de muertes como "única en esta parte del mundo”.
El análisis de las muestras tomadas de 15 de los elefantes fallecidos, publicado en la revista Nature Communications, reveló pruebas de infección por una bacteria poco conocida llamada Bisgaard taxon 45, que causó septicemia o envenenamiento de la sangre. Estas muertes ocurrieron cuando los elefantes se vieron forzados a recorrer largas distancias en busca de agua y alimento debido a la disminución de recursos durante la estación seca.
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El cambio climático pone en peligro a los elefantes
El cambio climático podría desempeñar un papel crucial en futuras muertes de elefantes, ya que el aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas podrían empeorar la situación. Aunque aún no se puede afirmar con certeza que el cambio climático haya influido en estos eventos, los científicos advierten que podría ser un factor determinante en el futuro.
Es importante recordar que el elefante africano ya se encuentra amenazado debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Su población se ha reducido significativamente en los últimos años, y se estima que disminuyó en un 8% anual entre 2007 y 2014. La importancia de conservar esta emblemática especie se vuelve aún más evidente a la luz de estos eventos trágicos.
Los investigadores no encontraron evidencia de toxinas ni infecciones virales en las muestras analizadas y no se observaron signos de envenenamiento deliberado. Aunque se encontraron indicios de infección por la bacteria Bisgaard taxon 45 en seis de las 15 muestras, la baja calidad de algunas muestras y los retrasos en los permisos para su análisis dificultaron la obtención de resultados concluyentes.
En el pasado, esta bacteria se asoció con heridas de mordeduras de tigre y león en seres humanos y se encontró en otras especies animales, como ardillas listadas y loros en cautiverio. También se ha relacionado con la muerte masiva de antílopes saiga en peligro crítico de extinción en Kazajstán en 2015.
A pesar de estos hallazgos, no se ha confirmado ninguna otra muerte de elefantes debido a esta bacteria desde 2020.
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