Con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, surgen nuevos desafíos para México y la comunidad migrante. La designación de figuras como Tom Homan, conocido por su severa política de deportaciones, y la posibilidad de que Marco Rubio asuma la Secretaría de Estado, plantean preguntas cruciales. ¿Cuán factible es deportar a 11 millones de indocumentados? ¿Qué consecuencias traerá la presión de Trump para que México filtre la migración? Mientras el racismo parece intensificarse, la prioridad mexicana deberá centrarse en preservar el T-MEC y en preparar estrategias para enfrentar los retos que vendrán.
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