Leonardo Curzio: la peligrosa demonización de la derecha

La reacción del gobierno a una marcha ha encendido las alarmas, pues la administración dedica tiempo en investigar el origen de la movilización, dejando de lado temas importantes

Compartir:
Publicado por: Leonardo Curzio

La reacción del poder ante la convocatoria de una marcha ciudadana ha sido desproporcionada y revela una peligrosa distracción. En lugar de utilizar su energía y talento para resolver temas de urgencia nacional como las negociaciones con Estados Unidos sobre barreras no arancelarias o dar explicaciones claras sobre casos sensibles como la fuga de un reo de custodia federal a Cuba o el huachicol fiscal, la presidenta se enfoca en “averiguar el origen” de la manifestación .

La crítica más dura es la peligrosa satanización de la derecha, tratada casi como una herejía o algo anticonstitucional. En una sociedad pluralista, estigmatizar cualquier ideología sea derecha o izquierda es una “muy mala idea” que atenta contra los pilares de la democracia.

 Texas y sur de EUA viven cambio climático extremo en noviembre
También te puede interesar:

72 horas de cambio climático extremo: lo que vivieron los habitantes de cuatro estados de EUA

Texas, Oklahoma, Arkansas y Missouri registran heladas récord y máximas inéditas en pocos días, generando alertas por incendios y riesgos a la salud pública

Ver nota

Suscríbete a nuestro canal de Telegram y lleva la información en tus manos.

La demonización de ideologías y la democracia

El tema central de la polémica no es la marcha en sí, sino la reacción del poder ante una convocatoria de un grupo de ciudadanos, independientemente de su origen o ideología. Es preocupante la facilidad con la que se ha llegado a catalogar la simple pertenencia a la derecha casi como una felonía. Hablar de la derecha como si fuera anticonstitucional demuestra una peligrosa polarización.

La derecha es tan normal y legítima en la vida política como la izquierda; ni una cosa ni la otra deben ser blanco de estigmatización. Satanizar ideologías en una sociedad que se precia de ser pluralista es una “muy mala idea”.

Este impulso estigmatizador es similar a las expresiones fuera de tono del antisocialismo y el anticomunismo, compartiendo el mismo origen: el intento de deslegitimar al adversario político en lugar de confrontar sus ideas. Mientras no se demuestre lo contrario, convocar a una manifestación no solo no es anticonstitucional, sino que es un derecho fundamental de los ciudadanos en una democracia.

Urgencias nacionales ignoradas por la distracción

El gobierno está perdiendo energía y talento en averiguar el supuesto origen de las cuentas o las motivaciones de una marcha, en lugar de concentrarse en los verdaderos problemas de la nación, que exigen atención inmediata. ¿Por qué no utilizan la misma pericia y detalle para explicarnos cómo van las negociaciones con el gobierno de Trump y por qué siguen sin resolverse las barreras no arancelarias que afectan a la economía mexicana?

El mismo nivel de escrutinio que se aplica a una convocatoria ciudadana debería usarse para temas de seguridad nacional y corrupción. Por ejemplo, se le exige a la presidenta que cuente “con pelos y señales” cómo fue que el llamado “chino de México” se les fue de la custodia federal y acabó en Cuba. O, de igual modo, que se investigue con esa misma pericia el tema del huachicol fiscal. La labor del gobierno no es perseguir a la ciudadanía que se manifiesta, sino resolver los problemas estructurales que aquejan al país.

adn Noticias. Te Hablamos con la verdad. Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y lleva la información en la palma de tu mano.