Pasajeros huyen de avión tras amenaza de explosión en Brasil
Los pasajeros huyeron del avión antes del despegue después de que los asistentes de vuelo les dijeran que podía explotar en cualquier momento.
La madrugada del pasado 25 de noviembre, pasajeros de una aerolínea resultaron heridos tras una avería en un avión de la aerolínea Azul, que salía del aeropuerto Marechal Rondon, en Várzea Grande, en la región metropolitana de Cuiabá, con destino a Guarulhos, en São Paulo.
A través de un comunicado, Azul Linhas Aéreas Brasileiras confirmó que la aeronave que realizaría el vuelo Cuiabá-Guarulhos tuvo que abortar su despegue luego de que se identificara una falla.
El comandante de vuelo realizó el procedimiento estándar prescrito.
Los clientes evacuaron el avión a través de las salidas de emergencia del avión. Azul destaca que está brindando todo el apoyo necesario a sus clientes, lamenta lo sucedido y refuerza que acciones como esta son necesarias para garantizar la seguridad de sus operaciones.
La pasajera Juliana Amorim dijo que algunas personas tuvieron dificultades para salir del avión por el tobogán porque el motor estaba en marcha y el viento era muy fuerte.
Las azafatas empezaron a decir que el avión iba a explotar, que era para evacuar el avión y era desesperación. Nadie podía abrir la puerta. No sé cuántas personas ya se habían ido frente a mí, pero logré salir, gracias a Dios, sin nada salí por el tobogán.
#AVIÃO DÁ AZUL TEVÊ UMA PANE ELÉTRICA ÉM CUIABÁ NESA MADRUGADA pic.twitter.com/SWaPALQ21I
— Carlos Alberto (@CarlosA47656756) November 27, 2021
El pasajero Wenderson Campos narró que hubo un freno repentino y luego una azafata les gritó a todos que dejaran la aeronave por la salida de emergencia.
La azafata apareció gritando, ordenando a todos que salieran por la salida de emergencia. La gente empezó a empujar y yo estaba con un niño. Todos bajaron por el tobogán, detrás de la turbina. Dejé a mi bebé y volví a buscar a mi esposa y ella se cayó y se lastimó. Otra mujer se rompió el pie y una mujer embarazada se sintió muy enferma. Solo había una ambulancia.
La nutrióloga Andréia Gregoli dice que el olor a humo y combustible era fuerte dentro del avión.
“En el momento en que abrió la puerta, se puso aún más intenso. Cuando bajamos por el tobogán, la turbina era muy fuerte. Mucha gente se cayó por eso”, dice.
Con información de El Globo.
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