Israel bombardeó Teherán, capital de Irán; confirman muerte del general Hassan Salami

Tras semanas de incertidumbre, por fin sucedió: Israel atacó Teherán, la capital de Irán, en donde se reportan múltiples explosiones masivas y se especula que las bases militares fueron los objetivos principales.

Tras el ataque, Israel decretó emergencia máxima en todo el país, en la espera del contraataque iraní; desde hace días se especuló con este ataque, el cual podría incrementar las tensiones en Medio Oriente y retrasar todas las negociaciones para ponerle fin a la guerra.

Poco después del ataque, Israel informó que la operación fue precisa y se trató de una medida preventiva para atacar el programa nuclear de Irán; lograron abatir su objetivo principal, mientras que otras decenas de aviones atacaron objetivos militares, incluyendo objetivos nucleares en diferentes zonas de Irán.

Por si fuera poco, pidieron mantener la calma al pueblo de Israel y aseguraron que se encuentran preparados para cualquier escenario futuro, tanto en ataque como en defensa. Por si fuera poco, también aseguró que, durante años, el regimen iraní ha hecho propaganda directa de terror en contra de Israel y que, considerando el riesgo actual de que cuenten con armamento nuclear, este ataque era necesario para mantener su seguridad.

Señalaron que el objetivo de Irán era destruir el estado de Israel y que hoy, el ejército iraní se encuentra más cerca que nunca de conseguir hasta 15 bombas nucleares, lo que significaría un enorme riesgo para ellos y para el mundo.

En la televisión oficial de Irán informan que, entre los muertos por los ataques, está Hossein Salami, general y comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, quien era uno de los principales objetivos de Israel.

De igual manera, en los ataques también murieron dos de las cabezas del programa nuclear de Irán, los doctores Abbasi y Tehranchi.

Días antes, la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA) informó que Irán esperaba el ataque de Israel en cualquier momento y que, gracias a eso, ya tenían identificados sus objetivos para un contraataque.

Señalan que, tras meses de operaciones de inteligencia, identificaron la ubicación exacta de las bases nucleares de Israel y estas serían su objetivo principal en caso de un contraataque.

Poco después del ataque, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró que no están involucrados en los ataques, que fue una decisión unilateral de Israel y que, su única prioridad son los soldados estadounidenses que se encuentran en dicho territorio.

Señalaron que Israel aseguró que esta operación era necesaria para su propia defensa, sin embargo, la atención del gobierno de Donald Trump se centró en proteger a sus militares en las zonas de conflicto.

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