Del dibujo a la pasión por el óleo: La historia de Jorge Carral

Jorge Carral creció en un entorno donde el arte no era considerado una carrera viable. A pesar de estudiar arquitectura y fundar una marca exitosa, su verdadera pasión siempre fue el dibujo.

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Jorge Carral creció en un entorno familiar donde el arte no era visto como una carrera viable, por lo que retrasó su decisión de dedicarse a la pintura, ya que desde niño le gustaba dibujar.

Estudió arquitectura en la UNAM y no terminó la carrera. Admite que nunca dejó de dibujar, manteniendo siempre vivo su interés por el arte. A pesar de trabajar en la empresa familiar y fundar una marca importante, siempre sintió que algo le faltaba.

Gracias al apoyo de su esposa Lucía, decidió dedicarse al arte. Comenzó pintando abstracciones, posteriormente se inclinó por el hiperrealismo tras recibir encargos que le exigían un nivel de detalle fotográfico. Su transición al óleo fue motivada por la necesidad de lograr la suavidad y el realismo que no podía obtener con el acrílico.

Su obra fue evolucionando hacia paisajes y elementos de la naturaleza, la cual se ha convertido en una fuente inagotable de inspiración; muchos de sus trabajos son composiciones basadas en múltiples fotografías.

Comenta que ha encontrado en la pintura un motor de vida, lo que lo mantiene joven y vital.