Retos de la industria de vehículos pesados | Índice Económico

La industria de autobuses, camiones y tractocamiones en México enfrenta un año 2025 complejo con contracción, pero es un pilar fundamental para la economía, con perspectivas de mejora a través de la renovación de flota, la regulación de importaciones y una fuerte integración regional.

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Publicado por: Redacción adn Noticias

La industria de autobuses, camiones y tractocamiones en México enfrenta un año 2025 complejo con contracción, pero es un pilar fundamental para la economía, con perspectivas de mejora a través de la renovación de flota, la regulación de importaciones y una fuerte integración regional.

Se registra una contracción del 29% en el mercado interno y entre 28-30% en producción y exportación durante los primeros nueve meses del año, situación se atribuye principalmente a la política comercial de Estados Unidos, que genera incertidumbre.

Se aplica un arancel del 25% a camiones de carga y vehículos pesados, con exención para el contenido americano, lo que ejerce presión sobre el sector. Históricamente, la entrada de vehículos usados de hasta 20 años de antigüedad desde EE. UU. ha afectado al mercado. Un nuevo acuerdo ambiental ahora limita esta antigüedad a 10 años, lo que se considera un paso positivo. Se requiere trabajar en programas de depreciación anticipada y mejores opciones de financiamiento para la renovación de la flota, incluyendo a los “hombres camión”.

La llegada de vehículos de fabricación china, a menudo subsidiados (40-50% del precio), distorsiona el mercado. La ANPACT busca un “piso parejo” y que todas las marcas reporten sus ventas al INEGI.

El sector es crucial para la economía de México y globalmente, transportando el 70% del comercio hacia Estados Unidos.

México es el exportador número uno mundial de tractocamiones, el quinto productor de vehículos de carga y el sexto de autobuses. La contracción de esta industria se considera un reflejo de una desaceleración económica más amplia, influenciada por la cautela en la inversión de transportistas estadounidenses.

Desde enero de 2025, solo se ofrecen unidades con la última tecnología de emisiones a diésel (EPA 10/Euro 6). Ya se producen y ofrecen vehículos pesados eléctricos en México (5 socios producen, 11 ofrecen). También se están desarrollando vehículos de gas natural, híbridos y se realizan pruebas con vehículos de hidrógeno. La ANPACT cree en la coexistencia de estas tecnologías, ya que cada una es óptima para diferentes usos (ej. eléctricos para última milla). A pesar de las nuevas tecnologías, persiste el desafío de la disponibilidad de combustible más limpio en México.

La limitación a vehículos de 10 años en las importaciones es un paso, pero se necesitan más medidas como mayores restricciones en el acuerdo de importación y la exigencia de certificados de origen para controlar esta entrada.

La extensión del T-MEC es vista como un instrumento clave para fortalecer la región de Norteamérica, ya que las industrias de México y EE. UU. se complementan. Norteamérica (500,000 vehículos pesados) debe aumentar su producción para competir con regiones como Asia/China (1.5 millones de vehículos pesados). La integración, como la producción de motores diésel en EE. UU. para ensamble final en México, genera empleos en ambos países (ej. Nueva Jersey, Michigan, California, Texas).