Albert Einstein: el genio que reinventó el universo
De niño lo consideraban un mal estudiante; décadas después transformó para siempre la forma en que entendemos el espacio, el tiempo y la energía. Albert Einstein no solo cambió la física con su teoría de la relatividad, también defendió la paz, la imaginación y el valor de pensar distinto.
Albert Einstein nació en 1879 en Ulm, Alemania, y aunque hoy es sinónimo de genialidad, de niño no fue considerado un estudiante brillante: empezó a hablar tarde y sus maestros pensaban que tenía problemas de aprendizaje. Sin embargo, su pasión por entender cómo funcionaba el mundo lo llevó a estudiar física y matemáticas, hasta convertirse en uno de los científicos más influyentes de la historia.
Su obra más conocida es la teoría de la relatividad, que cambió para siempre la idea del espacio y el tiempo. De ella surge la célebre ecuación E=mc², que revela que la masa puede convertirse en energía. También explicó el efecto fotoeléctrico, clave para que hoy existan tecnologías como las celdas solares, y desarrolló la relatividad general, con la que describió cómo la gravedad deforma el universo.
Einstein no solo fue un físico brillante: era también un pensador comprometido. Huyó de la Alemania nazi y se refugió en Estados Unidos, donde trabajó en Princeton. Defendió la paz, los derechos civiles y el valor de la imaginación, diciendo que “la creatividad es más importante que el conocimiento”. Además, su imagen con el cabello despeinado y la lengua afuera lo convirtió en un ícono cultural.
Hoy sigue siendo legendario porque su legado va más allá de las fórmulas. Sus descubrimientos dieron origen a avances que usamos todos los días, y su figura inspira tanto a científicos como a soñadores. En conclusión, Einstein nos recuerda que cuestionar, imaginar y atreverse a pensar diferente puede cambiar el rumbo de la humanidad.