Un Poder Judicial en transición: retos y riesgos del nuevo modelo

Integralia Consultores presenta un informe sobre el arranque del nuevo Poder Judicial tras la desaparición de las dos salas de la SCJN. Hoy, los casos se priorizan por urgencia

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Publicado por: Redacción adn Noticias

Integralia Consultores ha dado a conocer un extenso reporte judicial que analiza el arranque del nuevo Poder Judicial de la Federación tras la reconfiguración impulsada recientemente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El informe detalla cómo, con la desaparición de las dos salas que tradicionalmente organizaban y equilibraban la carga de trabajo, se ha instaurado una nueva lógica de operación en la que los asuntos se priorizan en función de su urgencia. Esto significa que, en primer lugar, se atienden decretos presidenciales de emergencia, seguidos de casos vinculados con situaciones de vulnerabilidad, de competencia económica o con implicaciones ecológicas. Si bien la intención de dar celeridad a lo urgente busca responder a coyunturas inmediatas, el informe advierte que se está dejando en segundo plano una serie de temas de enorme trascendencia que permanecen pendientes desde la administración judicial anterior. Entre ellos destacan la discusión sobre la constitucionalidad de la prisión preventiva oficiosa, el futuro de los fideicomisos del Poder Judicial y la delicada cuestión de la militarización del espacio aéreo, todos ellos asuntos de alto impacto para la vida institucional y política del país.

El reporte subraya que la transición no ha estado exenta de problemas: lo que se observa en los primeros meses es un Poder Judicial que, más que renovado, parece desordenado, con jueces y magistrados que no cuentan con la experiencia ni la formación suficientes para afrontar los enormes retos que enfrentan. La falta de claridad en los criterios de resolución, la ausencia de precedentes consolidados en este nuevo esquema y la presión política derivada de los decretos de urgencia están generando un ambiente de incertidumbre en el que los actores económicos, sociales y ciudadanos no saben con certeza qué esperar de los tribunales. Más allá de lo técnico, el reporte plantea que está en juego la confianza misma en el sistema de justicia: si los ciudadanos perciben que las nuevas estructuras no ofrecen garantías de independencia, imparcialidad y conocimiento profundo de la ley, la credibilidad del Poder Judicial podría erosionarse gravemente.

En suma, el documento de Integralia no solo describe los cambios administrativos, sino que plantea interrogantes de fondo sobre la viabilidad de este rediseño institucional. ¿Podrán los nuevos jueces y magistrados estar a la altura de las circunstancias? ¿Habrá mecanismos para garantizar que la urgencia no sacrifique la justicia? Y, sobre todo, ¿será posible que el nuevo modelo supere el desorden actual y se convierta en un sistema sólido que defienda con eficacia la Constitución y los derechos de los ciudadanos? La conclusión preliminar del informe es que, de no corregirse el rumbo y de no invertirse en capacitación, experiencia y autonomía real, el nuevo Poder Judicial podría convertirse en un eslabón débil de la institucionalidad democrática en México, con consecuencias profundas para la gobernabilidad y el Estado de derecho.