Descubren que el cubrebocas N95 puede reutilizarse por 25 ciclos
Científicos de Israel desinfectaron los cubrebocas N95, renovando su utilización durante 25 ciclos sin perder su eficacia.
Ante la escasez mundial en la producción de cubrebocas de alta calidad, un grupo de científicos de Israel descubrió que los barbijos N95 pueden reutilizarse hasta en 25 ciclos, si se desinfectan correctamente.
Aunque los estudios indican que sus efectos son menos nocivos que los de las otras, la variante Ómicron se caracteriza por tener una alta tasa de contagiosidad. Es por esta razón que el uso de cubrebocas ha sido una de las máximas más repetidas por la OMS.
Logran reutilizar los cubrebocas N95
Mientras en algunos países de Europa las medidas de restricción comienzan a flexibilizarse, en Latinoamérica el COVID-19 aún sigue siendo un flagelo del cual hay que protegerse. Para esto, el nuevo estudio del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC), ha publicado una excelente noticia.
Los científicos de este centro, lograron conservar la eficacia de los cubrebocas N95 tras desinfectarlos con un potente químico. Este tipo de barbijo es ideal para evitar la alta transmisión del COVID-19, ya que otorgan un nivel de protección mucho mayor que los barbijos de tela.
Los N95 son muy requeridos en hospitales y centros de salud, puesto que cuentan con una eficacia del 95% para filtrar partículas y aerosoles emitidos. Es por esto que el suministro en diferentes países puede escasear.
Pero con este nuevo descubrimiento, el problema del suministro de los N95 podría resolverse. Es que el equipo reutilizó los barbijos N95 durante 25 ciclos.
Cómo se reutilizan los cubrebocas N95
En el proceso utilizaron peróxido de hidrógeno vaporizado (VHP, por sus siglas en inglés), un agente de desinfección ambiental que permitió renovar el cubrebocas 25 veces más. Los resultados fueron publicados en el American Journal of Infection Control.
“Los hallazgos de nuestro estudio amplían los hallazgos anteriores y muestran que el peróxido de hidrógeno vaporizado (VHP) es un método relativamente seguro para reprocesar los barbijos N95 y podría ayudar a abordar la escasez en futuras epidemias”, dijo la autora principal del estudio, Christina F. Yen, quien fue becaria de medicina en el BIDMC durante la investigación
“Es importante que ahora encontremos formas de escalar y traducir esta capacidad de desinfección a hospitales más pequeños y entornos de atención médica con recursos limitados que podrían beneficiarse de este tipo de reutilización de equipos de protección personal en escenarios de desastres futuros”, explicó la científica.
Ahora, el descubrimiento de los cubrebocas N95 y su reutilización, ha comenzado a estudiarse para su implementación. Los científicos han manifestado que su desinfección a gran escala requiere planificación y coordinación, con equipos multidisciplinarios, de otra manera no es seguro conservar la eficacia del 95 por ciento de estas mascarillas, en 25 ciclos.
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Gm