No se ve como una alternativa de ahorro para el futuro.
Uno de los errores más comunes es una nula planeación del ingreso y hacer gastos mayores al ingreso.
Dos factores disruptivos para las finanzas personales: la inflación y el incremento a las tasas de interés.
Lo idóneo es tener una planeación de ingreso-gasto. Entre lo que más se gasta es en alimentación, se ha dejado de gastar en educación, y se debe considerar en seguridad social.
Hacia el 2022 se recomienda que ante las deudas importantes en tarjetas de crédito, que son a tasas variables, hay que reestructurarlas a pagos fijos, con una tasa definida que no merme la capacidad de ingreso en más de un 30%.
En “Índice Económico”, Darío Celis, Marielena Vega y Rogelio Varela conversan con Enrique Arias, Consultor financiero