Pederastia, violación e impunidad en Haití viene de Cascos Azules de la ONU
Soldados de las fuerzas de apoyo de la ONU habrían abusado de niños de entre 12 y 15 años haitianos por más de tres años.
Después de la devastaciones sufridas en Haití, a esta nación arribaron las fuerzas de apoyo de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), los llamados Cascos Azules. Sin embargo, lejos de cumplir su misión de paz y salvaguardar el bienestar de los damnificados, a su paso han dejado violaciones a los derechos humanos, más hambre, pobreza y sobre todo desesperanza.
Según una investigación de _The Associated Press_, soldados del cuerpo de seguridad internacional de diversas nacionalidades estarían involucrados en una gran red de pederastia en Haití.
Tras la devastación sufrida en el país caribeño, los niños abandonados mendigaban alimentos y buscaban comida en las ruinas de lo que fuera un paraíso tropical, pero nunca juntaban lo suficiente para calmar su hambre. Fue entonces que un contingente de cascos azules de la ONU se instaló a poca distancia.
Los hombres que había arribado que llegaron de un lugar lejano y hablaban una lengua extraña, ofrecían a los niños galletas y otras golosinas, en ocasiones les daban algunos dólares, pero el precio era muy alto: los soldados provenientes de Sri Lanka querían tener sexo con niñas y niños de apenas 12 años.
“Ni siquiera tenía senos aún”, declaró una menor, conocida como V01 (Víctima Número 1), como parte de las investigaciones que realiza la ONU sobre el caso, la víctima relató que durante 3años de los 12 a los 15, tuvo sexo con casi 50 cascos azules, entre ellos un “comandante” que le dio 75 centavos.
La justicia para víctimas como esta joven es una situación poco común. Una investigación de _The Associated Press_ sobre las misiones de la ONU en los últimos 12 años, arrojó que de casi 2 mil denuncias por abuso y explotación sexual, sólo una fracción de los responsables fue a parar a prisión.
Legalmente la ONU está atada de manos, pues no tiene jurisdicción sobre los efectivos y la sanción corresponde a los países que aportan a los elementos militares. Una solución se vuelve casi inalcanzable por la falta de acuerdos entre los estados miembros de la ONU.
Sólo en Haití al menos 134 cascos azules estuvieron involucrados en una red que utilizó sexualmente a nueve menores de 2004 a 2007, de acuerdo con un informe de interno de la ONU, después de dar a conocer dicho documento 114 elementos fueron enviados a sus países de origen y ninguno terminó en la cárcel.
Por su parte el Senador Federal estadounidense, Bob Corker, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado exige reformas en la ONU, medidas que bien podría impulsar durante la presidencia de Donald Trump, pues junto con el embajador norteamericano ante la ONU, Nikki Haley, busca hacer una revisión de todas las misiones del organismo internacional.
Mientras tanto la ONU anunció que Haití está listo para que se retiren del país a los cascos azules tras 13 años de estancia, dejando atrás una estela de sufrimiento e impunidad.
ssb