En marzo del 2011, un conflicto armado estalló en Siria después del inicio de una revolución democrática en contra del régimen de Bashar al-Assad. Desde entonces, una pelea que involucra complejos intereses políticos, domésticos e internacionales, ha matado a cientos de miles de personas y ha causado el desplazamiento de millones de refugiados.
_Los participantes_
Entre los actores políticos en juego, se encuentran aquellos que apoyan a la dictadura de Assad. Se trata de grupos militares conservadores aliados a Hezbollah, Irak y Afganistán. De acuerdo con un análisis del diario _The Guardian_, la intervención rusa en Aleppo, causó que esa región de Siria fuera dominada, a la larga, por simpatizantes al régimen de Bashar al-Assad.
Los rebeldes, por otra parte, defienden la revolución democrática de la región y se enfrentan día a día a los simpatizantes de Assad y al Estado Islámico. Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña han implementado diversos programas de entrenamiento militar moderado para los rebeldes. Cabe mencionar que, en 2015, la Unión Americana decidió detener su participación en los entrenamientos.
_El Estado Islámico_
Además de la tensa situación política, el Estado Islámico ha adquirido una cancerígena presencia en la zona. Los rebeldes y varios países de Occidente, han preparado coaliciones y ataques premeditados en contra de la radical organización terrorista. Al momento, los rebeldes y el Estado Islámico se han enfrentado duramente en el norte de Siria, dejando miles de muertos a su paso.
_La situación actual_
Mientras que los rebeldes han ganado el noreste de Siria, los enfrentamientos continúan desplazando gente a la frontera con Turquía. La batalla entre el Estado Islámico, los rebeldes y el régimen de Assad no ha encontrado descanso. Pese a la intervención occidental en la zona, aún no hay claridad sobre la posible manera en la que se podría resolver este trágico conflicto.
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