República MX: la marcha de la Generación Z

Miles de jóvenes, identificados como Generación Z, se manifestaron el sábado 15 de noviembre en las principales ciudades del país.

Compartir:
Publicado por: Redacción adn Noticias

El sábado 15 de noviembre de 2025 marcó un punto de inflexión en el panorama político mexicano con la masiva marcha convocada por la Generación Z . La movilización, que reunió a “miles” de jóvenes, se destacó por su carácter predominantemente apartidista y su rechazo a ser encasillada en las etiquetas tradicionales de la vieja política. Aunque en términos prácticos esta marcha fue de todo y nada.

Los participantes no se movilizaron bajo una sola bandera ideológica, sino bajo un hartazgo común ante problemas estructurales. La principal exigencia de la Generación Z fue un cambio de agenda: pasar de la inercia de los agravios históricos y la polarización política a la demanda de soluciones concretas en temas cruciales. Este evento subraya un despertar cívico que obliga al espectro político a escuchar demandas genuinas, centradas en el futuro.

 Tren Insurgente
También te puede interesar:

Tren Insurgente en fase de pruebas; costo y tiempo de traslados de Observatorio a Toluca

El Tren Insurgente avanza en su fase de pruebas con sistemas electromecánicos y de seguridad, afinando detalles para su inauguración total prevista en 2026.

Ver nota

Suscríbete a nuestro canal de Telegram y lleva la información en tus manos.

Más allá de las etiquetas ideológicas

La movilización de la llamada Generación Z, se diferenció por la edad de sus protagonistas y la naturaleza de sus demandas. Si bien figuras de la oposición y algunos medios intentaron encasillar la marcha como una manifestación de la “derecha” o como una respuesta orquestada, el grueso de los asistentes rechazó activamente esta etiqueta. La protesta fue, en esencia, apartidista.

El verdadero núcleo del reclamo se centró en temas que afectan directamente el futuro de esta generación: la falta de oportunidades laborales de calidad, la urgencia de una estrategia de seguridad efectiva ante el avance del crimen organizado, y la demanda de estabilidad institucional que ponga fin a la zozobra jurídica y regulatoria. Los manifestantes exigieron que la clase política deje de enfocarse en las rencillas históricas y los agravios de décadas pasadas, como la discusión constante sobre la figura de Colosio o la batalla por la Revocación de Mandato, y atienda el mundo contemporáneo.

La reacción del poder y el impacto democrático

La reacción ante la marcha fue inmediata y polarizada. Por un lado, la oposición intentó capitalizar la movilización, presentándola como un termómetro del descontento contra el gobierno. Por otro lado, desde el Ejecutivo y el oficialismo se hicieron esfuerzos por descalificar la protesta, argumentando que obedecía a intereses políticos o que su origen era “ilegítimo”, e incluso dedicando tiempo a averiguar el origen de las convocatorias en redes sociales.

Sin embargo, el impacto democrático de la marcha es innegable. Este ejercicio de manifestación masiva, garantizado por la Constitución, refuerza la vitalidad de la sociedad civil y su derecho a exigir rendición de cuentas. El evento ha puesto sobre la mesa una nueva voz que la clase política no puede ignorar, forzando un debate sobre las prioridades nacionales que debe trascender el eje ideológico de “izquierda o derecha” y centrarse en la gobernanza y la construcción de un México viable para las nuevas generaciones.

adn Noticias. Te Hablamos con la verdad. Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y lleva la información en la palma de tu mano.