El odio engendra odio: el atentado contra Cristina Kirchner y los símbolos de odio

Tras el fallido atentado a Cristina Kirchner, el agresor fue fue detenido, en las fotografías que se han hecho publicas se le ve un tatuaje símbolo de odio.

Actualizado el 02 septiembre 2022 17:52hrs 3 minutos de lectura.
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Escrito por: Raúl Cruz
Símbolos de odio atentado Cristina Kirchner
Getty Images

Los atentados magnicidas no ocurren en el vacío: se alimentan de una polarización creciente, de una narrativa de odio que cree a pie juntillas en soluciones “sencillas” (como el asesinato de una persona) para crisis complejas que requieren el trabajo comunitario y del esfuerzo de grupos políticos para llegar a acuerdos.

Lo que pasó la noche del 1 de septiembre en Buenos Aires no sólo es un ejemplo de los terrores que pueden llegar en una población que no encuentra lugares en común: es un ejemplo claro de los alcances del discurso de odio, de que, finalmente, el odio siempre engendra odio.

El atentado fallido

En la noche del 1 de septiembre del 2022, un hombre atentó contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El arma apuntó directo a su rostro pero no se disparó, el responsable fue detenido y, en cuestión de minutos, se hicieron públicas sus fotografías de redes sociales.

Mientras escribo esto, los medios argentinos han dado poca información respecto a las posturas ideológicas y políticas del responsable: si bien todo atentado magnicida es en sí mismo político, no hay información sobre los motivos del ataque. Fernández de Kirchner se enfrenta a un juicio político por corrupción, y para los grupos conservadores y ultra conservadores del país, es la cabeza de todo un movimiento político que ha “destruido la economía” y, más importante en el contexto del atentado, ha traicionado al país al refrendar la alianza de Argentina con los países latinoamericanos gobernados por partidos de izquierda.

Si bien es probable que pronto se conozca la declaración del detenido y sus razones del atentado, sus fotografías en redes sociales dicen mucho, pues muestra un tatuaje alrededor del codo izquierdo: una rueda con rayos hacia el centro. El mismo tatuaje ha sido visto en personajes de grupos de extrema derecha y fascistas, como el “shamán MAGA”, que tomó el Capitolio el pasado 6 de enero de 2021 en Estados Unidos, y miembros del partido Amanecer Dorado, en Grecia. Más que una coincidencia, hay un lenguaje visual que abre puertas comunicantes entre estos grupos: los une una ideología, los une una mitología y un lenguaje que “enmascara” el odio.

Símbolos de odio: comunicación sin lenguaje

El tatuaje es una representación del “sol negro”, o “sonnerad”: un símbolo nórdico que fue utilizado por la Schutzstaffel (SS) del régimen Nazi para identificar sus divisiones. Éste, junto con una amplia galería de íconos celtas y de la tradición escandinava, fueron usados por diferentes segmentos del régimen hitleriano para “incorporarse” a la narrativa de supremacía blanca y “aria” que justificaba su expansionismo y sus políticas de exterminio contra culturas completas, disidencias y diferencias físicas.

Si bien el régimen Nazi cayó en 1945, no lo hizo así la parafernalia, la simbología ni la ideología de odio. Desde entonces, grupos de odio y organizaciones políticas neonazis han utilizados esos mismos símbolos como una forma de comunicación que rebasa lenguajes y culturas: son “guiños” que requieren complicidad y entendimiento entre quienes conocen la referencia, y, al mismo tiempo, permiten negar cualquier relación directa con los grupos violentos.

Antes del surgimiento de blogs y páginas web de extrema derecha, la comunicación entre estos grupos se limitaba a literatura compartida, reuniones secretas y planes de acción directa que tenían, a veces, resultados aterradores (p. ej., el bombardeo del edificio federal en Oklahoma City por Timothy McVeigh). Sin embargo, el Internet ha no sólo facilitado la comunicación y ayudado a la difusión de la literatura neonazi que alimenta ese odio, sino también ha ayudado a la “memificación” de estos símbolos de odio.

Hoy, no es posible hablar de una coordinación directa entre grupos de odio como la Atomwaffen y los Proud Boys de Estados Unidos, los responsables de masacres en Suecia, Nueva Zelanda y el autor del fallido intento del asesinato de Fernández de Kirchner, si no, más bien, una cultura que se alimenta del odio y los memes de sitios como 4chan y medios afines a su ideología.

Memes como Pepe the Frog y símbolos nazis (como el sol negro), son cada vez más la verdadera base ideológica de estos grupos que, si bien pueden ser vistos como colectivos del odio, cada vez más operan como individuos que buscan conexión y comunidad en un mundo cambiante en el que, lo saben, son una minoría.

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