Generación Z: entre la inmediatez digital y los viejos prejuicios
Rodrigo Salomón conversa con la neuropsicóloga Yunuen Guerrero para desmontar ideas arraigadas sobre la Generación Z, ese grupo nacido en plena expansión tecnológica y que, pese a ser frecuentemente etiquetado como “apático” o “de cristal”, revela una compleja transformación cultural.
En Ciudad 25 se contó con la participación de Yunuen Guerrero, neuropsicóloga, para hablar sobre la Generación Z, aquellos nacidos aproximadamente entre 1996 y 2012, tras una reciente marcha nacional. El presentador Rodrigo cuestiona la idea de que los jóvenes son apáticos.
Yunuen Guerrero señala que es una costumbre cultural de las generaciones mayores devaluar el pensamiento de los jóvenes, sus ideas, música o forma de vestir, una tendencia global de afianzarse a un sistema de creencias propio y desestimar el resto. Mencionan la “falacia “Ad auctoritatem” y comentarios peyorativos como “generación de cristal”, que devalúan una generación. La Generación Z, nacida entre 1994-1997 y 2010-2012, es descrita como 100% digital, lo que moldea su comunicación y relaciones afectivas.
La especialista explica que la forma de vincularse afectivamente de la Generación Z a menudo comienza con preguntar "¿Me das tu insta?”, a diferencia de generaciones anteriores que seguían un protocolo de conversación, llamadas y encuentros presenciales. Afirma que esta generación puede desarrollar cierta fobia a las relaciones cara a cara, viendo las llamadas telefónicas como “vintage” o molestas, ya que valoran mucho su tiempo. Aunque orientados al bienestar, paradójicamente podrían enfrentar menos condiciones de bienestar económico, ya que no son previsores del futuro ni orientados al ahorro, prefiriendo la inmediatez y experiencias. Son multitarea, pero estudios revelan que su comprensión de lectura se ha reducido a solo 8 minutos debido a la interferencia del uso crónico de dispositivos en la atención, concentración y aprendizaje.
La neuropsicóloga destaca que la Generación Z muestra un mayor interés y está más informada sobre salud mental, siendo pacientes que llegan al consultorio con conocimiento sobre sus problemas. Sin embargo, también presentarán mayores problemas de salud mental como ansiedad, depresión y problemas de atención/concentración, siendo menos resilientes ante los conflictos. En contraste con generaciones anteriores, que priorizaban el éxito y el trabajo, esta generación busca activamente el apoyo psicológico o psiquiátrico. Sus características incluyen estar 100% digitalizados, pasando de 5 a 8 horas en redes sociales, lo que interfiere con el sueño y la alimentación. Positivamente, están genuinamente interesados en problemas sociales, son activistas por causas de minorías, el medio ambiente, y buscan un cambio global, generando propuestas y desarrollando tecnologías para el ecosistema, como la Ley Olimpia.
Guerrero menciona que la Generación Z es altamente influenciable y a la vez “influencers”. Su falta de pensamiento crítico los lleva a confiar más en influencers que en expertos especializados, como en el caso del cuidado de la piel. Además, rara vez leen libros y no cuestionan la fuente de información digital. Una de sus fortalezas es vivir menos de la opinión de los demás; a diferencia de generaciones previas, su apariencia en el trabajo no es tan relevante como su aporte mental y tecnológico. Prefieren el trabajo digital y rechazan empleos tradicionales de oficina (8 am - 8 pm) que no les ofrezcan bienestar.
Finalmente, la experta concluye que la Generación Z busca hacer cambios que impacten al mundo y la sociedad. Un ejemplo de su influencia es la resistencia post-pandemia a regresar a las oficinas, lo que promovió el cambio hacia el teletrabajo para fomentar el bienestar personal.