El trazo de la crítica: la caricatura como espejo de la historia

Mario Alberto Garduño “Maral” repasa la evolución de la caricatura política en México y su poder como herramienta de reflexión y resistencia.

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Publicado por: Redacción adn Noticias

La conversación inicia hablando de la importancia del caricaturista Abel Quezada, quien, a diferencia de los dibujantes académicos anteriores, “abrió la puerta” a aquellos con menos habilidades de dibujo, revolucionando la caricatura.

Estudió Periodismo y Ciencias de la Comunicación en la UNAM como complemento a su talento para el dibujo, descubierto en la primaria y que su proyecto de tesis se centró en el movimiento de 1968. Explicó que después de 1968, la caricatura política se volvió más crítica. Recordó que Abel Quezada describió las acciones del sistema en aquel momento como una “bofetada” a los caricaturistas, y su icónico cartón totalmente negro del 3 de octubre fue un mensaje directo al régimen, impulsando a figuras como Naranjo y Helio Flores.

Tuvo la oportunidad de iniciar su carrera en el semanario “Oposición” del Partido Comunista, donde coincidió con un grupo de jóvenes caricaturistas que renovaron la crítica mexicana con su estilo más severo.

Afirmó que la caricatura no está en extinción frente a los memes. Los memes suelen ser ocurrencias momentáneas, mientras que los caricaturistas crean un humor espontáneo, distinto de los chistes prefabricados, siendo una manifestación de la inteligencia humana.

Mencionó su admiración por Ernesto Guasp, un caricaturista catalán con un estilo “picassiano” que llegó a México huyendo de la Guerra Civil Española. Finalmente, conversan sobre el Museo de la Caricatura, ubicado en Donceles 99. Este museo, un proyecto impulsado por David Carrillo, se estableció en marzo de 1987 en un antiguo edificio del Centro Histórico rehabilitado tras el terremoto de 1985.