ENSAYO | Liberalismo, soberanía e identidad nacional: de la perspectiva europea a una visión latinoamericana
La crisis migratoria en Europa reabre un viejo debate: ¿puede el liberalismo sobrevivir sin identidad nacional? Intelectuales europeos sostienen que el liberalismo clásico nació dentro de un Estado soberano y que el multiculturalismo y el supranacionalismo lo ponen en riesgo.
La crisis migratoria en Europa no solo ha puesto en jaque las políticas comunitarias, sino que ha reavivado uno de los debates más intensos de nuestra era: ¿cómo conciliar la soberanía nacional con el liberalismo clásico en un contexto globalizado y multicultural? Durante siglos, el liberalismo fue considerado la corriente que garantizaba derechos individuales, libertades y un marco institucional sólido para el desarrollo democrático. Sin embargo, hoy vemos cómo diversos intelectuales europeos sostienen que este modelo nunca habría existido sin un elemento esencial: el nacionalismo, correctamente entendido, que permitió construir Estados soberanos donde esas libertades fueran posibles. En su visión, la pérdida de control sobre las fronteras, la imposición de estructuras supranacionales y la expansión de políticas multiculturalistas amenazan no solo la soberanía de los Estados, sino también la viabilidad del propio liberalismo.
¿Puede sobrevivir la libertad individual sin una identidad nacional común que cohesione a la sociedad? ¿Es compatible el liberalismo con la noción de patria en un mundo interconectado? Estas preguntas no son solo teóricas: impactan en decisiones concretas sobre migración, comercio, seguridad y políticas culturales que dividen no solo a la Unión Europea, sino también a las democracias latinoamericanas que enfrentan retos similares. Mientras en Europa surgen propuestas para frenar la globalización y recuperar el control político interno, en América Latina se observa un fenómeno paralelo: una tensión constante entre la apertura económica, la integración regional y la defensa de identidades históricas que buscan no diluirse en un océano de uniformidad cultural.
Este ensayo explora cómo los liberales clásicos concebían la relación entre nacionalismo y libertad, analiza el impacto del supranacionalismo y el multiculturalismo en los Estados modernos, y plantea una reflexión urgente: ¿podemos hablar de liberalismo sin soberanía? ¿Es posible una identidad nacional que no derive en xenofobia ni en autoritarismo? Además, abordamos los riesgos del populismo, las corrientes antiliberales que resurgen en países con baja institucionalidad y el dilema central de nuestro tiempo: la libertad como valor universal frente a las fuerzas que exigen límites, reglas y fronteras.
En un contexto donde la migración, la economía global y los tratados internacionales desafían las estructuras políticas tradicionales, entender la relación entre liberalismo, soberanía e identidad nacional no es un ejercicio académico, sino una necesidad para diseñar el futuro. ¿Será la identidad nacional un obstáculo para la libertad o su condición indispensable? ¿Cómo evitar que la defensa de la soberanía derive en autoritarismo, y que la globalización destruya el pluralismo que dice defender? La respuesta, quizá, no está en elegir entre nacionalismo e internacionalismo, sino en repensar el liberalismo desde una perspectiva que combine la fortaleza institucional con la diversidad cultural, sin sacrificar la democracia ni los derechos fundamentales.