Una industria que es fundamental no solo desde el punto de vista económico, sino también social, es la vivienda.
Cada año se producen 650,000 matrimonios y todos requieren casa.
Por desgracia hay un déficit de 9.6 millones de viviendas que debemos cubrir: de no hacerlo la autoconstrucción mantendrá su imparable paso.
No es la mejor alternativa, ya que son casas mal construidas y lo peor en lugares que no siempre son los adecuados.
La difícil circunstancia económica con la pandemia, la falta de confianza y ahora la inflación, no generan por ahora el mejor entorno.
¿Cuál es la perspectiva para la vivienda en este 2022?