El doctor Alberto Lifshitz explica que la medicina interna busca abordar a los pacientes adultos de manera integral, a diferencia de otras especialidades. Es importante no fragmentar la atención médica.
Hay diferencia entre internistas y médicos familiares, señala que su enfoque no incluye atención pediátrica o aspectos familiares. Menciona que el nuevo modelo de salud en México busca dar un papel relevante a la medicina interna.
El doctor Lifshitz expresa su preocupación por la influencia de la cultura médica estadounidense en México, especialmente la tendencia a limitar el contacto médico-paciente para evitar demandas legales. Destaca que la relación y comunicación entre médico y paciente es fundamental para un manejo clínico efectivo.
Aborda el concepto de “yatrocracia”, mencionando que la elevada autoestima entre médicos puede llevar a la soberbia. Reconoce que es un problema en la profesión y sugiere que la reflexión y la experiencia ayudan a combatirlo.
Siente satisfacción al ver a sus alumnos superarlo, resaltando la importancia de la formación ética en la educación médica.
Ante el sistema de salud en México, propone acercar los servicios a la población, fomentar la relación médico-paciente y utilizar la tecnología de manera racional. Aborda la escasez de personal médico, señalando que la falta de adecuados campos clínicos de entrenamiento ha sido un obstáculo. Atribuye esta situación a la burocratización de los sistemas de salud y la necesidad de políticas públicas que reconozcan la importancia de la medicina interna.