Descubrir que tenía autismo le ayudó a entender su vida
Tener un diagnóstico de autismo le ayudó a Mauricio a comprender la relación con su familia y su manera de relacionarse.
Para Mauricio, el saberse una persona que vive con trastorno de espectro autista le ayudó a entender muchas de las reacciones y comportamientos que había tenido a lo largo de su vida y que, al no reconocerlas, le hacían creer que vivía con un nivel de locura tal, que tenía que estar ingresado en un manicomio.
Antes de que supiera que yo formaba parte del espectro autista, yo pensaba que debía estar en un manicomio, creía que no podía coexistir con los demás o que no podía integrarme a mi sociedad, que solo era un lastre y que no sabía ubicar su lugar
Mauricio nació con Síndrome de Asperger, una condición de vida enmarcada dentro del trastorno del espectro autista, sin embargo, esta condición no le fue diagnosticada sino hasta los 25 años, cuando acudió al psicólogo para tratar lo que a él le parecía un ataque de ansiedad.
Sentado tranquilamente en una banca de su fraccionamiento, Mauricio explicó que al recibir el diagnóstico logró analizar sus defectos y darle sentido a los errores que cometió en el pasado.
Mi infancia la sentí muy solitaria, aunque al mismo tiempo me sentía apoyado por mi familia, en mi vida escolar me sentí muy aislado, es decir, sabía coexistir con mis compañeros pero no sabía cómo interactuar de manera más íntima
Saber el diagnóstico también mejoró la relación que tenía con sus padres, la cual se había visto deteriorada cuando era universitario, época en que sentía resentimiento hacia ellos, pues le decían era normal.
Hoy, a sus 32 años, Mauricio considera que la sociedad aún no está preparada para convivir con las personas que viven con autismo pues además de existir mucho desconocimiento, el sistema educativo carece de programas que los incluyan en la sociedad.
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