Y es lógico, la inversión no ha caminado y el último tramo del año no fue tan dinámico para la actividad.
El rubro de la construcción es un muy buen termómetro para conocer cómo va la economía: si le va bien, seguro también el ciclo de la actividad será favorable.
Si le va mal, algo no anda bien y se refleja en el quehacer general.
La importancia de la construcción es, también, por ser un gran generador de empleo.
Pero de antemano un ingrediente básico es la confianza y sin la misma, la velocidad económica seguirá acotada.
Para hablar del tema, en “Nombres, Nombres y Nombres” con Alberto Aguilar; Javier Solares, Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).