De qué está hecho el pan de muerto: todo lo que debes saber

A pesar de que aún faltan unas cuantas semanas para el Día de Muertos, que se celebra en México durante el 1 y 2 de noviembre, el tradicional y delicioso pan de muerto ya se está comercializando; hoy te compartimos de qué está hecho esta icónica pieza de la panadería mexicana.

Durante esta época del año es vital degustar un pan de muerto y es que a pesar de que sus formas, colores y sabores varían al igual que sus interpretaciones, este es uno de los alimentos más tradicionales de México.

Su origen data de la época de la Conquista; de acuerdo al Larousse Cocina Fray Diego Durán escribió que en el ritual nahua existían dos fiestas dedicadas a los muertos: una pequeña de nombre Miccailhuitontli y otra grande, en la que se realizaban ofrendas y sacrificios, mismos en los que extraían los corazones de doncellas, hombres y mujeres.

Para los españoles esta práctica era muy violenta por lo que sugirieron que en lugar de los rituales se llevará a cabo una fusión con la panadería y se creará una pieza de trigo cubierto con azúcar roja que hiciera alusión al corazón, explica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El pan de muerto tiene un significado en cada elemento y forma de la masa. Una de las versiones más aceptadas es que la forma redonda simboliza el ciclo de la vida o el cuerpo, la bolita superior la muerte o el cráneo, mientras que los huesos en la parte superior se relacionan con los restos de los difuntos y las lágrimas derramadas por ellos.

También se dice que los “huesitos” o palitos hacen alusión a la cruz, a los cuatro puntos cardinales o a los cuatro dioses prehispánicos (Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tótec y Tezcatlipoca).

Como parte de la gastronomía mexicana, el pan de muerto tiene su toque especial en cada lugar del país, según Larousse Cocina sus elementos en términos generales son:

• Harina
• Agua
• Azúcar
• Sal
• Levadura
• Mantequilla
• Huevo

De ahí, cada localidad le agrega diferentes ingredientes y aplica diversas formas de preparación que le da un toque especial.

De manera muy general, en el centro del país, CDMX, Edomex y Tlaxcala, el pan de muerto es hecho con mantequilla y azúcar; pero la zona del Pacífico en Guerrero y Oaxaca, lo representan de una forma más ovalada y oscura porque se utiliza el piloncillo y se decora con semillas de ajonjolí blanco.

Por otro lado, en la Península, Chiapas y Yucatán lo aromatizan y le llaman ‘pan de yema’, debido a su color, ya que es un poco más amarillo y en la parte de arriba se le ponen una pasta de azúcar.

En la zona del Bajío, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Michoacán, el pan de muerto es un poco más grande y con la característica de que en la parte de arriba lleva entrelazadas las canillas o los huesitos y va bañado en una salsa de piloncillo con anís.

Algunas otras características son:

• Edomex: Le llaman “muertos” y tiene forma humana.
• Tixtla, Guerrero: Se les conocen como almas, burros, conejos y patas de mula.
• Oaxaca: En algunas zonas, antes de hornearlos les hacen un ligero corte por la mitad para que tomen forma de corazones y se decora con ajonjolí.
• Huasteca: Se decoran con azúcar roja.

Sin embargo, la variedad de esta tradicional pieza de la panadería mexicana no se limita a las regiones pues hoy en día es común encontrar pan de muerto relleno de nata, crema batida, jaleas, chocolate y hasta helado.

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