La serie surcoreana de El Juego del Calamar ha roto todos los récords de Netflix desde su estreno. Actualmente es la serie más vista en más de 90 países y sigue cautivando, pero no sin polémica. La historia que narra los juegos donde las personas arriesgan su vida, ahora destapó un escándalo en China sobre el tráfico de órganos.
El Juego del Calamar podría ser real en China
Semanas antes del estreno de la serie en Netflix, el gobierno de China negó la existencia de un programa de extracción de órganos patrocinado por el Estado. Quizás, informados sobre la temática de la serie, el régimen de Xi Jinping decidió despegarse de la controversia y de las investigaciones efectuadas por la ONU.
En
El juego del Calamar
las partes más violentas incluyen un sistema de tráfico de órganos, que le permite ganar dinero a los miembros de la organización encargada de realizar la terrible competencia.
Si bien este drama asiático es ficticio, ha destapado la polémica por las acusaciones sobre un presunto mercado negro de extracción y venta de órganos efectuado de forma sistemática por el gobierno de China.
China es denunciada por tráfico de órganos
Según denuncian los grupos de derechos humanos, el Partido Comunista de China extrae corazones, riñones, hígados y córneas de 100.000 disidentes y presos políticos cada año. Esta información es parte de una investigación de la Oficina de la ‘Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las ONU’.
Según fuentes “fidedignas”, según la ONU, existe una red gubernamental de tráfico de órganos “por encargo” que opera a gran escala.
Las víctimas de este tráfico serían las minorías, como los practicantes de Falun Gong, los uigures, los tibetanos, los musulmanes y los cristianos.
“La extracción forzada de órganos en China parece estar dirigida a minorías étnicas, lingüísticas o religiosas concretas que se encuentran detenidas, a menudo sin que se les expliquen los motivos de la detención ni se les entreguen órdenes de arresto, en diferentes lugares”, denunció en junio pasado la oficina liderada por la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
Según los datos de detenidos pertenecientes a minorías étnicas, lingüísticas o religiosas, el programa de extracción forzada de órganos recauda mil millones de dólares al año.
Nueve relatores especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han investigado diferentes testimonios recogidos en China, que aseguran que este mercado ilegal de órganos es real. Al igual que lo que se ve en El juego del Calamar el gobierno chino forzaría a sacar corazones, riñones, hígados, córneas y, con menor frecuencia, partes de hígados, de las minorías de ese país. El caso aún sigue en proceso, pero las pruebas comienzan a acumularse.
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Gm