Los aeropuertos más afectados por la tormenta invernal fueron en ueva York, incluyendo el John F. Kennedy, LaGuardia y Newark y el Aeropuerto Internacional de Boston.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) había estimado que esta temporada podría romper récords históricos, con más de 44 millones de pasajeros utilizando los aeropuertos estadounidenses.