El sacerdota Benito Torres de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, cambia la sotana por un mandil cada año, para liderar a un ejército de voluntarios para llevar comida a los más necesitados en Nochebuena y Navidad.
Familias enteras se unen en esta acción de buena voluntad para llevar un poco de alivio a quienes sufren en estos momentos, pues muchos viven en situación de calle, no tienen recursos suficientes o pasan por malos momentos.