México ante el reto del T-MEC: Incertidumbre por los aranceles de Trump
El consultor en comercio Jorge Molina analiza el futuro del Tratado Trilateral y la relación con Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump.
Jorge Molina, consultor en políticas públicas de comercio, evaluó el Tratado de Comercio Trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá, destacando la compleja relación con Estados Unidos, especialmente tras el regreso de Donald Trump al poder y su estilo de imponer aranceles extraordinarios.
Explicó que la estrategia de Trump implica usar los aranceles no solo por razones económicas, sino también como sanciones políticas para lograr otros objetivos para Estados Unidos. Ejemplos citados incluyen a Brasil por acusaciones de derechos humanos, India por adquirir petróleo ruso, Sudáfrica por derechos humanos, y México y Canadá por el fentanilo. Molina señaló que la incertidumbre es una consecuencia directa de esta estrategia, ya que Trump solo pone la tasa arancelaria sobre la mesa, lo que le permite actuar sin consultar al Congreso y cambiar acuerdos sin previo aviso.
El experto en comercio afirmó que durante el primer semestre del año, México fue el principal socio comercial de Estados Unidos, representando el 15.2% de su comercio total. Canadá ocupó el segundo lugar con 13%, y China el tercero con 7.9%. Molina destacó que la aplicación de aranceles por parte de Trump en su primer mandato redujo la participación de China en el comercio total de EE. UU. del 20% a su nivel actual. Subrayó que la principal preocupación para países como México es que estos aranceles no mermen su posición comercial. Concluyó que, a la larga, son los productores y consumidores de Estados Unidos quienes pagan los aranceles, citando un estudio de Goldman Sachs que proyecta un aumento significativo en la absorción de estos costos por parte de los consumidores para el próximo año, lo que eventualmente reducirá las exportaciones.
Molina abordó la posibilidad de diversificación, señalando que, aunque es deseable, lleva tiempo. Explicó que México es principalmente proveedor de materias primas y bienes intermedios, y para exportar a otros mercados, necesitaría cambiar sus métodos de producción y obtener nuevas certificaciones. Mencionó que el comercio total de México con China es del 10.69%, siendo su segundo socio más importante, mientras que con Canadá es 3% y con India es menos del 1%. Además, indicó que países como India y Brasil son conocidos por sus barreras no arancelarias, y que los productores brasileños se han opuesto en tres ocasiones a tratados de libre comercio con México debido a la mayor eficiencia y menores costos de producción mexicanos.
El invitado sostuvo que renegociar el tratado es útil e indispensable para México, ya que más del 80% de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos, y el 85% de todas sus exportaciones están amparadas por el T-MEC. Advirtió que Estados Unidos buscará cambios, no solo económicos, sino también para proteger sectores estratégicos como el automotriz y aeroespacial, incluir inteligencia artificial y establecer más barreras para productos relacionados con China. También indicó que Estados Unidos podría imponer cuotas de exportación para ciertos sectores. Molina enfatizó que, a pesar de otros tratados comerciales de México (con la Unión Europea, Japón, el Transpacífico), no se han visto esfuerzos concretos del gobierno mexicano para diversificar sus mercados.
Jorge Molina recalcó que la proximidad geográfica con Estados Unidos es una ventaja competitiva única para México, ya que reduce los costos de traslado y aduanas. No obstante, señaló que las tasas de crecimiento de ingresos más altas se encuentran en la región de Asia-Pacífico, planteando un dilema sobre la orientación comercial de México. Observó una división en el sector privado mexicano: los productores del norte priorizan el mercado estadounidense, mientras que las regiones del Bajío, centro y suroeste miran hacia Asia. Subrayó la necesidad de que el gobierno mexicano incentive la búsqueda de otros mercados, dado que los tratados solo abren puertas, sin garantizar el éxito.
Finalmente, Molina explicó que la propuesta de Canadá al presidente Trump de crear un acuerdo separado sobre seguridad, comercio y migración, similar a la propuesta de México, busca mantener el tratado comercial puramente como un documento de comercio. Argumentó que si Estados Unidos introduce un capítulo sobre seguridad, narcóticos u otros temas, el tratado se volvería inmanejable. Precisamente por esta razón, Estados Unidos ha demorado llegar a un acuerdo separado con Canadá y México.