De cierto modo el sentir ansiedad ocasional es parte de la vida, sin embargo experimentar preocupaciones y miedos intensos, de forma excesiva y persistente no lo es, por eso en este artículo te compartimos cuáles son los síntomas y el tratamiento de este trastorno.
Las personas que padecen trastornos de ansiedad pueden presentar un ataque de pánico en cuestión de minutos, lo que a su vez afecta sus actividades diarias y por ende la calidad de vida del individuo.
Se dice que al menos un tercio de la población mundial sufrirá ansiedad a lo largo de su vida, incluidos los niños y adolescentes; sobre todo luego de la crisis sanitaria que se vivió en el mundo a causa de la pandemia de
COVID-19
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Síntomas de un trastorno de ansiedad
Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta y es que de acuerdo a los expertos, existen diferentes trastornos de ansiedad, como la generalizada, las fobias, debido a alguna enfermedad, por separación o alguna causa más específica.
Los expertos detallan que los síntomas pueden variar entre cada persona, pero los más comunes son:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada (hiperventilación) o dificultad para respirar, según sea el caso.
- Náusea y mareos.
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de fatiga, debilidad o cansancio.
- Pérdida del apetito.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Dificultades para controlar las preocupaciones.
- Problemas gastrointestinales.
- Necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
Causas de un trastorno de ansiedad
Aunque también puede deberse a un efecto secundario de un medicamento o enfermedad así como ser el signo o síntoma de otro problema de salud, como:
- Diabetes.
- Tiroides.
- Enfermedad cardíaca.
- Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma.
- Uso inadecuado de sustancias o abstinencia.
- Abstinencia del alcohol o de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas).
- Dolor crónico o síndrome de intestino irritable.
- Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”.
Tratamiento y prevención de la ansiedad
Una de las formas de prevenir la ansiedad es mantenerse activo y participar en actividades que se disfruten y hagan que uno se sienta mejor consigo mismo. Inclusive el hecho de hacer ejercicio, modificar los hábitos alimenticios y ser parte de grupos de apoyo puede ser beneficioso.
Para los expertos resulta importante que en cuanto una persona no pueda afrontar o realizar las tareas del día, se estrese o preocupe por pequeñas cosas es necesario buscar ayuda con un profesional.
Está claro que cada caso es diferente y el tratamiento debe ser definido de forma personalizada, los métodos más tradicionales para atender la ansiedad son terapéuticos, es decir, con un psicólogo, psicoterapeuta o psicoanalista, así como psiquiátricos y farmacoterapéuticos.
Además de este tratamiento, existen otras herramientas como el autoconocimiento y autocuidado que pueden ayudar con la ansiedad, como la meditación y las técnicas de respiración.
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