Tres parejas, cuatro hijos y un trágico destino: la verdadera historia de la familia de Griselda Blanco

El legado familiar de Griselda Blanco, alias ‘La viuda negra’, estuvo repleto de muerte, peligro y furor. Esta es parte de su historia.

01 febrero 2024 10:28hrs 2 minutos de lectura.

Escrito por: César Heredia

Griselda Blanco, conocida como La madrina del narcotráfico, dejó una huella indeleble en la historia del crimen organizado. Su imperio delictivo, forjado desde Colombia hasta Estados Unidos, la catapultó como una de las figuras más temidas y poderosas del mundo del narcotráfico. Pero detrás de la fachada de “La viuda negra”, como se la conocía debido a las muertes de sus esposos, se esconde una trágica historia familiar.

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Blanco, obsesionada con el poder y modelando su organización según las familias mafiosas retratadas en El Padrino, construyó un imperio del narcotráfico que la convirtió en una de las criminales más notorias. Incluso nombró a su hijo con su secuaz, Darío Sepúlveda, Michael Corleone, en homenaje al mafioso de la famosa película.

Pero la dualidad entre su familia biológica y la “familia” de la cocaína no tenía límites claros. Informes señalan que algunos de los jóvenes colombianos que se jactaban de distribuir grandes cantidades de cocaína en Miami en 1984 eran hijos de Griselda Blanco . Para ella, no existía negocio sin familia ni familia sin negocio.

La familia de Griselda Blanco, ‘La viuda negra’

La historia de Blanco como “La viuda negra” comienza con la muerte de su primer esposo, Carlos Trujillo, cuando ella tenía tan solo 13 años, según documentos de investigación publicados en el libro Cocaine Cowgirl , de la periodista Jennie Erin Smith. Tras mudarse a Nueva York y tener tres hijos, la muerte de Trujillo, atribuida a cirrosis (pero también a ella), marcó el inicio de la conexión de Blanco con el narcotráfico a través de su amante y segundo esposo, Alberto Bravo.

La vida criminal de Blanco continuó después de la muerte de Bravo, a quien algunos informes vinculan a su esposa como la autora intelectual de su fallecimiento. Tras la muerte de su segunda pareja, ella continuó con el negocio. Su tercer matrimonio con Darío Sepúlveda, quien también terminó en tragedia, ya que se cree que ordenó su asesinato por llevarse a su hijo Michael a Colombia. Según fuentes policiales , la ejecución del hombre habría ocurrido enfrente de su hijo.

La descendencia de Griselda Blanco no escapó a la violencia y la tragedia. Sus tres primeros hijos, fruto de su matrimonio con Trujillo, estuvieron involucrados en el negocio familiar y murieron en prisión o por disputas con otros cárteles. Osvaldo, Uber y Dixon enfrentaron un destino trágico, desde asesinatos hasta ajustes de cuentas, según otros reportes .

Michael Corleone Sepúlveda Blanco, el hijo más joven y el único que sobrevive, también estuvo vinculado al negocio familiar. Aunque su participación fue como distribuidor callejero de cocaína, su arresto en 2011 reveló el temor a su madre, expresando que “mi mamá me va a matar” mientras era detenido por las autoridades en Miami, según el testimonio de uno de los policías que lo arrestó.

La historia de Griselda Blanco y su familia es un oscuro capítulo en el mundo del crimen organizado, donde la ambición, el poder y la violencia convergen en una narrativa trágica que dejó cicatrices imborrables en la sociedad. Aunque Blanco ya no está, su legado y el impacto en su familia perduran como un recordatorio de los horrores del narcotráfico a través de la apología a la misma en series y películas como la nueva producción de Netflix, Griselda.