Mujeres en llamas. Bitácora de Guerra por Hannia Novell

Bitácora de Guerra por Hannia Novell: Luz Raquel Padilla, madre de un niño autista, murió en Zapopan, Jalisco, tras un ataque con fuego. En Nuevo León, Liliana Torres, madre de cuatro hijos, despertó envuelta en llamas en medio de la nada.

En la Ciudad de México, Myrta Itzel, una mujer de 45 años, sufría maltrato, violencia física y emocional por parte de su pareja, quien posteriormente la atacó con solvente y le prendió fuego.

Ellas son las mujeres en llamas.

No son casos aislados. Los datos oficiales disponibles revelan un escalamiento de la violencia contra las mujeres. De acuerdo con información de la Secretaría de Salud sobre lesiones atendidas en clínicas y hospitales del país, entre enero y junio de 2022, 47 mujeres han sido quemadas de manera intencional. Un ataque con fuego cada semana.

A nivel nacional, es Guanajuato el estado que registra el mayor número de casos de mujeres atacadas con fuego, sustancias calientes, vapor y productos corrosivos. Veracruz, Estado de México, San Luis Potosí y Campeche también están en la lista fatal.

De los 47 casos registrados por la Salud, en 29 la paciente manifestó que era víctima de violencia machista al interior del hogar y en 18 no hubo parentesco entre la víctima y el agresor, por lo que fueron catalogados como violencia no familiar y, en uno de los sucesos habría sido provocado por trata de personas.

Sólo en 28 de los 47 casos intervino el Ministerio Público para investigar los hechos, debido a la evidencia de que las lesiones habían sido causadas de manera intencional.

Respecto al rango de edad, la autoridad federal sanitaria registró que 13 de las mujeres atacadas eran menores de edad y el 72 por ciento de los casos restantes fueron agresiones contra mujeres mayores de 18 años.

Las mujeres indígenas y las embarazadas tampoco están a salvo. En Nayarit, por ejemplo, se registraron tres casos durante el primer semestre de 2022, todos por violencia no relacionada con el entorno familiar. Fueron tres mujeres atacadas con fuego de 32, 33 y 35 años, una de ellas identificada como persona indígena.

Tristemente, los casos de violencia contra las mujeres en los que se utiliza el fuego como arma letal, son cada vez más recurrentes. Mientras tanto, la justicia brilla por su ausencia porque las mujeres son revictimizadas durante las investigaciones. Incluso, las Fiscalías han llegado a señalar a las víctimas como responsables de autoinfligirse las lesiones.

El asesinato de las mujeres, sólo por ser mujeres, ya es deleznable. La brutalidad de los ataques contra ellas, para provocarles dolor y sufrimiento demuestra la gravedad de la situación.

Ya lo hemos señalado. Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido asesinadas más de 120 mil personas y, sólo en 2022, 493 mujeres fueron víctimas de feminicidio.

La muerte por fuego quizá sea de las más espeluznantes. La agonía es larga, desgarradora, cruel. Si sobreviven, las víctimas sufrirán otro calvario en la recuperación. Las quemaduras dañan el aspecto y el funcionamiento de las zonas del cuerpo afectadas, pero los recuerdos del ataque, el odio y la sinrazón no deben ser fáciles de olvidar.

El hogar, las calles, la escuela y el trabajo deben ser lugares seguros para las mujeres. La atrocidad de los ataques no sólo debe ser condenada. Es preciso que las autoridades de los tres niveles de gobierno adopten medidas concretas para proteger la vida y la integridad de las mujeres, para garantizarles una vida libre de violencia.

Bitácora de Guerra por Hannia Novell.
@HanniaNovell

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hcj