Gabriel Hernández Más cuentos de El Faraón: Gravedad Cero

Gabriel Hernández, Más cuentos de El Faraón: Un trabajo que no te deja experiencias para recordar toda tu vida, solamente es un trabajo, y lo digo que lo que sucedió en mi carrera en el año 2007, cuando fui encomendado para realizar la cobertura de una de las experiencias, que hasta la fecha me provoca el muy recurrente efecto de la “piel de gallina” ante las emociones fuertes y desconocidas.

En aquel tiempo, la multinacional y poderosa, 20th Century Fox, organizó una actividad en la que diferentes periodistas del mundo participarían en un vuelo de los llamados Gravedad Cero o Zero G Flight, en inglés, y tuve la fortuna de ser seleccionado como representante de México en aquella experiencia, ahí estaban el que a la postre sería ganador del Oscar, Axel Kuschevatzy, representando a la Argentina, entre otros connotados periodistas especialistas en las coberturas cinematográficas. Acompañados todos por la presencia del director británico Danny Boyle, su hijo Gabriel, y el productor Andrew Macdonald.

La preparación para la experiencia, comenzó con la charla preparatoria con un ex astronauta, que derribó uno de los más grandes mitos de la carrera espacial, como el que asegura que la Muralla China es la única estructura hecha por el hombre que se puede ver desde el espacio, ese hombre lo negó.

El día siguiente adquirió rápidamente la categoría de inolvidable, abordamos un avión del tamaño de un 727 en las instalaciones de Cabo Cañaveral en Florida que se internaría en los límites del espacio aéreo estadounidense para realizar una serie de parábolas que provocan el efecto de la ausencia de gravedad al interior de la cabina. Cabe señalar, que un entrenamiento normal para un astronauta que participará en una misión espacial es de once parábolas, por los efectos que sufre el cuerpo humano, tras someterse a una experiencia completamente nueva en su vida.

Nosotros hicimos 32. Para que todos los participantes tuviéramos oportunidad de hacer nuestra presentación ante la cámara. Para soportar la presión, se nos recomendó no comer, ni beber hasta terminar el ejercicio. La mejor recomendación que he escuchado y seguido, de lo contrario, habría dejado recuerdos poco gratos al interior de ese avión que nunca olvidaré.

La experiencia de gravedad cero, no solamente se hizo inolvidable para mi y para todos los que tomamos parte en ella. A partir de ese momento, muchos de los ahí presentes tenemos una entrañable amistad que nos une hasta hoy. La sensación de las 32 parábolas se quedó en mi mente por varios meses posteriores, al grado que cada vez que me tendía en mi cama, sentía que en cualquier momento empezaría el fenómeno de la maniobra de aquel avión adaptado. Hay algo más que contar de aquel día, ese astronauta que derribó el mito de la muralla china, dijo. “El vuelo en gravedad cero, será una experiencia que volverán a recordar, una y otra vez, por lo menos una vez al día, por el resto de sus vidas” A 15 años de distancia, les puedo asegurar que es totalmente cierto.
Más Cuentos de El Faraón por Gabriel Hernández Miranda. “El Faraón Del Espectáculo”
@Faraon_Gabriel

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