Caro Quintero, la caída. Bitácora de Guerra por Hannia Novell

Bitácora de Guerra por Hannia Novell: La captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero fue empañada por la caída del helicóptero Black Hawk en el que viajaban algunos de los oficiales de la Armada de México, quienes participaron en la detención del capo que fue conocido como el narco de narcos.

Catorce oficiales de la Secretaría de Marina perecieron cuando la aeronave en la que viajaban se desplomó en Topolobampo, Sinaloa, a sólo 120 kilómetros del lugar donde arrestaron a quien ocupó el primer lugar en la lista de los criminales más buscados de Estados Unidos, por quien ofrecían 20 millones de dólares de recompensa.

Desde el viernes 15 de julio, fecha de la captura, en las redes sociales y los medios de comunicación se especulaba que la caída del helicóptero era consecuencia de la detención de Caro Quintero.

El mismo presidente de la nación lo alimentó con las conjeturas al confirmar, en su cuenta de Twitter, que los tripulantes de la aeronave siniestrada habían participado en la misión para respaldar a quienes ejecutaron la orden de aprehensión.

Las especulaciones no son gratuitas. Los cárteles del narcotráfico en México han demostrado que tienen un importante poder de fuego. Prueba de ello es la Barret 50, arma con la potencia suficiente para derribar aeronaves, que fue decomisada durante un operativo realizado en la Ciudad de México, cuando fue desarticulada una célula criminal que estaría ligada al Cártel de Sinaloa.

Un reporte de la Secretaría de Marina revela que, en esta administración, un total de seis helicópteros se han desplomado por fallas mecánicas, condiciones climáticas y versiones no comprobadas de maniobras premeditadas de los grupos criminales.

Entre ellos, destaca el registrado en julio de 2019, cuando cayó el helicóptero que despegó en Morelia, Michoacán, con rumbo al Valle de Huetamo. Cuatro personas murieron. El entonces gobernador, Silvano Aureoles, se apresuró a señalar que las condiciones climáticas provocaron el colapso. A la fecha, la Fiscalía de Justicia estatal no ha revelado las causas de la caída.

En marzo de 2020, un helicóptero Black Hawk, se desplomó en Veracruz cuando la aeronave realizaba un operativo antisecuestro, dejando un saldo de un muerto y 10 personas heridas. En el peritaje, las autoridades señalaron que el siniestro fue provocado por fallas mecánicas.

El más reciente, ocurrido justo después de la captura de Caro Quintero, es el que ha cobrado más vidas con 14 marinos muertos y uno gravemente herido, quien luchaba por su vida en un hospital, al momento de escribir estas líneas.

Aunque en México aseguran que los oficiales de la Marina fueron los responsables de ubicar y diseñar el plan para aprehender al septuagenario capo de la droga; en Estados Unidos, Anne Milgram, titular de la Agencia de Control de Drogas (DEA) se adjudica la localización del capo mexicano, al declarar que la detención fue resultado de “años de sangre, sudor y lágrimas”.

La captura de un capo no representa un golpe trascendental en la guerra contra el narcotráfico, porque no modifica la política de seguridad de brazos caídos frente al crimen, ni tendrá algún efecto en el mercado ilegal de drogas.

La detención de Rafael Caro Quintero es sólo un golpe simbólico, apenas útil para la producción de nuevas series de televisión, con las que aparentan retratar la espiral de violencia provocada por los cárteles de la droga en México pero que, en realidad, sólo buscan crear una imagen idílica de los narcotraficantes, haciendo apología de la violencia. La caída de un capo tardó décadas y la caída de un helicóptero sigue siendo un enigma.

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hcj