Bitácora de Guerra por Hannia Novell: Cuartos Vacíos
Bitácora de Guerra: Hannia Novell habla de Zaira, Perla, Nimbe y más desaparecidas que han dejado sus cuartos vacíos y a sus familias desoladas e inconsolables.
Zaira, Perla y Nimbe dejaron sus cuartos vacíos y a sus familias desoladas, inconsolables.
Desaparecieron en 2011, 2014 y 2019, respectivamente, y sus historias se suman a las 24 mil 839 mujeres desaparecidas en México, desde el 15 marzo de 1964 al 24 de abril de este año. El 30 por ciento de ellas desparecieron durante el sexenio actual.
Cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas arrojan que, durante los 41 meses de esta administración, siete mil 911 mujeres se encuentran en calidad de desaparecidas o no localizadas.
Durante el mismo periodo de la administración de Enrique Peña Nieto, desaparecieron tres mil 713 mujeres; y se registraron 987 desapariciones durante el mismo lapso del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
El incremento en el número de mujeres desaparecidas y no localizadas, en los primeros tres años y cinco meses del gobierno actual, ha sido exponencial, en comparación con el mismo intervalo de sus dos predecesores inmediatos.
La desaparición en México de casi 193 mujeres cada mes es una tragedia humanitaria, sí, pero también es una afrenta, un ultraje a la dignidad de las víctimas, un atentado contra la vulnerabilidad de las familias, un insulto contra el honor de la sociedad y una desvergüenza de las autoridades.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza Rosa Icela Rodríguez, sólo en este 2022 se denunció que 748 mujeres están en calidad de no localizadas y la mayoría de las desapariciones se concentran en el Estado de México, la Ciudad de México y Morelos.
Más de la mitad de las mujeres desaparecidas tienen entre 15 y 19 años y al menos el 60 por ciento de los casos está relacionado con la trata de personas, con fines de explotación sexual; delitos que implican el deterioro físico, emocional, psicológico y personal de las víctimas quienes son confinadas contra su voluntad, pero también son golpeadas, amenazadas, violadas.
Peor aún. Hay desapariciones de mujeres que terminan en muertes violentas, especialmente en el Estado de México, Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Michoacán y Chihuahua, donde es prácticamente inexistente la esperanza de vida de las niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas.
Ni siquiera las alertas de género declaradas en 39 de los 50 municipios más violentos del país han sido suficientes para proteger los derechos humanos de las mujeres, no han persuadido a los perpetradores de la violencia machista, ni ha logrado detener a los feminicidas.
Mientras el grupo político gobernante está distraído con la propaganda, la pelea por la popularidad y la batalla por mantener el voto ciudadano -con un desfile de “corcholatas” incluido-, el número de personas desaparecidas aumenta de forma desproporcionada, junto con el dolor y la indignación de la sociedad.
La prevención de la violencia contra las mujeres, las niñas y las adolescentes no es una alta prioridad para el Estado mexicano. Las mujeres ni sus familias tienen total confianza en las autoridades para denunciar la violencia ni las desapariciones. Si acaso se activan las acciones de búsqueda, la policía, los centros de investigación, el personal médico ni los tribunales de justicia siguen protocolos estandarizados, que faciliten las tareas de localización.
Ni muertas de Juárez, ni desparecidas de Nuevo León. Hay 24 mil 839 mujeres desaparecidas en México, que están esperando ser encontradas. Corresponde a las 32 fiscalías de justicia de todo el país hacer los esfuerzos necesarios de comunicación y coordinación, para localizarlas en vida.
Bitácora de Guerra por Hannia Novell.
@HanniaNovell
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